Este 15 de enero se conmemora a San Mauro de Glanfeuil, nacido en Roma en el año 511. Su educación temprana estuvo bajo la tutela de San Benito, y eventualmente, se unió a la orden benedictina, convirtiéndose en abad y fundador de varios monasterios en Francia.
Mauro es recordado por su capacidad taumatúrgica, que incluye episodios como el del estanque con el niño Plácido, curaciones milagrosas y su relación con el conde Gaidulfo, un enemigo de los monjes franceses. Su vida estuvo marcada por un profundo espíritu de penitencia, lo que lo llevó a retirarse para prepararse espiritualmente para su muerte, que finalmente ocurrió el 15 de enero del 583.
La veneración de sus reliquias en Extremadura es antigua, aunque la fecha exacta de su llegada a la región no está documentada. Se estableció su festividad en Almendral, donde se conservaba su cuerpo según relatos históricos. A pesar de la falta de documentos papales que confirmen su traslado, se cree que los benedictinos fueron los portadores de sus reliquias.
En el siglo XVII, las reliquias fueron trasladadas a la Catedral por el Obispo benedictino de Badajoz, Fray José de la Zerda, debido a conflictos bélicos con Portugal que amenazaban su seguridad. Finalmente, una parte de las reliquias se mantuvo en Almendral, mientras que otra se conservó en la Catedral, donde se continuó celebrando la festividad de San Mauro.
Además de San Mauro de Glanfeuil, también se celebra la fiesta de otros santos y mártires en este día:
- Santa Raquel
- San Ableberto
- San Arnoldo Janssen
- San Arsenio
- San Bonito
- San Francisco Fernández de Capillas
- Santa Ita
- San Juan Calibita
- San Malardo
- San Probo
- Santa Secundina
- Santa Tarsicia
- Beato Ángel
- Beato Jacobo Limosnero
- Beato Luis Variara
- Beato Nicolás Gross
- Beato Pedro de Castalnau
- Beato Romedio
¿Qué es el santoral?
El santoral es el conjunto de personas veneradas en la Iglesia Católica como santos o beatos en una fecha del calendario determinada. Los santos son personas que han vivido una vida ejemplar de fe y caridad, y que han sido reconocidas como tales por la Iglesia. Los beatos son personas que han dado muestras de santidad, pero que aún no han sido canonizadas.
¿Cómo se convierten los santos?
El proceso de canonización es un proceso largo y complejo que puede durar siglos. El primer paso es la investigación del candidato a santo, para comprobar que su vida fue realmente ejemplar y que murió en estado de gracia. Si la investigación es positiva, el candidato es declarado venerable.
El siguiente paso es la beatificación, que es la declaración oficial de que el candidato es beato. Para ello, se necesita un milagro atribuido a la intercesión del candidato. Si el milagro es reconocido por la Iglesia, el candidato es beatificado.
El último paso es la canonización, que es la declaración oficial de que el candidato es santo. Para ello, se necesitan dos milagros atribuidos a la intercesión del candidato. Si los milagros son reconocidos por la Iglesia, el candidato es canonizado.