Martha Hildebrandt ha muerto en Lima hoy, jueves 8 de diciembre del año 2022, un mes antes de cumplir los 98 años.
Contrataría a «Luis Miguel» para formar un coro con los gallos de su voz y unas gallinas cluecas: el espectáculo se llamaría «El Chancho Trinador y The Gallinas All Stars».
Las canas son el espejo plateado de la sabiduría y el tesoro de la senectud. Son también la bandera blanca de los viejos poetas, como el estandarte de la multitud de América que se llamó Walt Whitman.
Para él, su vida fue el arte; y, si no hay dos vidas iguales, no debe haber dos escrituras iguales. La gran obligación es ser distintos. Jorge Luis Borges fue una excepción: lo hubiese aterrado convertirse en la norma.
El epitafio es la tarjeta de presentación que dejamos cuando ya nos hemos ido, y es la más pequeña y última rebelión contra la muerte; es decir, contra aquella que es la peor: el olvido.
El señor Holmes también ignoraba que los astrónomos son los sabios que están en la Luna y nos hacen los spoilers de los eclipses de Sol.
Dashiell Hammett fue el hombre sin alcurnia y con algunos balazos en su vida, quien inventó la novela policial realista en los Estados Unidos.
El mambo fue ―anotó Gabriel García Márquez― «un golpe de Estado contra soberanía de todos los ritmos». Así, el golpista Pérez Prado lideró el movimiento: gran rey democrático, elegido y reelegido por el sufragio incesante de los cuerpos.
¿Cómo historiar esa vida tormenta? ¿Quién será el Homero de este Odiseo caribe?
El Cheo eterno es ese: furor caliente y elegancia; descargas tremendísimas con el loco de Joe Cuba y violines suntuosos con el maestro Jorge Calandrelli.
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