Hace muchos años examiné en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional la colección del diario "curioso, erudito, económico y comercial" fundado en Lima en 1790 por el español Jaime Bausate y Meza. Más de una vez he relatado mi sorpresa al encontrar en sus páginas menciones y textos de los filósofos materialistas franceses que prepararon el ataque a la Bastilla intelectual, preludio de la Revolución Francesa.
Bausate, cuyo verdadero nombre era Francisco Antonio de Cabello y Mesa, fue, por muchos rasgos de su vida y de su pluma, un precursor del periodismo peruano en su área de independencia y aun rebeldía. Al fundar el diario de Lima creó el primer cotidiano de América del Sur. La partida de nacimiento, ocurrido el 1 de octubre de 1790, indica que Bausate era muy joven cuando emprendió esa aventura: tenía 25 años de edad.
Se calcula que la tirada del diario de Lima llegaba apenas a cien ejemplares. Pero vaya si rompió tradiciones coloniales. Su antecesor, no diario, la "Gaceta de Lima", que también he rastreado, iniciaba cada edición con referencia al estado de salud y a los paseos del virrey por las calles y plazuelas de la Lima colonial, sumisa y adulona.
Era reclamón nuestro personaje. Pedía al virrey Taboada favores y honores, que nunca se le otorgaron. Debe de haber sido pesado con sus impertinencias. Lo imaginamos tocando todas las mañanas las puertas de Palacio, con su periódico entre los sobacos, después de recorrer el breve trecho de la imprenta sita en la calle Las Campanas, en el Rímac, en la cual se imprimía su matutino.
Tanto incomodó Bausate al virrey, que este le suprimió la licencia.
Fracasado como periodista en el Perú, y también como pequeño minero, Bausate decidió irse a España. Por alguna razón se detuvo en Buenos Aires, y ahí ancló por varios años. Para no perder la costumbre, en la capital del Plata fundó el primer periódico de la Argentina, el "Telégrafo Mercantil".
En esa tierra le maduró el rebelde. Se hizo amigo de los adherentes argentinos de la Ilustración, entre ellos el radical Manuel Belgrano. Fue incluso miembro de la Logia Independencia que dirigía José Castelli.
Sus biógrafos explican que Cabello fue fusilado en Sevilla en 1814, por su colaboración con los ingleses, que fomentaban el fin de la Colonia.
Bausate resulta, al final, un abanderado de la independencia del periodismo respecto del poder político. Ni la corona española ni la Santa Inquisición lo tuvieron entre sus vasallos.