Hoy, 23 de septiembre, se conmemora a San Pío de Pietrelcina en el santoral católico. Este santo, que se ha convertido en un ícono de la espiritualidad en la Iglesia, es recordado especialmente por su vida de entrega a Dios y al servicio de los necesitados.
San Pío de Pietrelcina, cuyo nombre original era Francesco Forgione, nació en 1887 en la pequeña localidad italiana de Pietrelcina. Desde joven, sintió una profunda vocación religiosa, lo que lo llevó a ingresar a la Orden de los Frailes Menores Capuchinos a la edad de 17 años. Su dedicación y compromiso con la fe le valieron el nombre de Pío durante su formación eclesiástica.
Una de las características más notables de San Pío es su dedicación a la dirección espiritual de los fieles en el convento de San Giovanni Rotondo, ubicado en la región de Apulia. Aquí, se destacó no solo por su labor religiosa, sino también por su profunda atención a los pobres y afligidos. Fundó la Casa del Alivio del Sufrimiento, una institución dedicada a la atención de los enfermos, reflejando su ideal franciscano de la pobreza y el servicio al prójimo.
San Pío es conocido por haber experimentado los estigmas, manifestaciones físicas de los sufrimientos de Cristo, que aparecieron en sus manos, pies y costado. Estas marcas, junto con su vida de oración fervorosa, atrajeron la atención de miles de fieles, quienes acudían a él buscando consuelo y sanación. A pesar de su inmensa popularidad, estos estigmas eran una carga para él, y al fallecer en 1968, desaparecieron de su cuerpo, un hecho que ha sido objeto de un gran interés y estudio.
Su canonización, llevada a cabo por el Papa Juan Pablo II en 2002, fue un momento significativo que reafirmó su influencia en la espiritualidad católica contemporánea. La beatificación de San Pío se realizó en 1999, destacando así el impacto de su vida y su legado espiritual.
Además de San Pío, el 23 de septiembre también se recuerda a otros santos, entre ellos:
- Santos Zacarías e Isabel: Padres de San Juan Bautista, Zacarías, un sacerdote lleno del Espíritu Santo, proclamó la grandeza de Dios tras el nacimiento de su hijo, mientras que Isabel, llena igualmente de gracia, es venerada por su papel en la historia de la salvación.
- Santa Tecla: Reconocida como la primera mártir después de Jesús, su vida se entrelaza con la de San Pablo, quien le predicó el cristianismo. Tecla es considerada una figura clave en la propagación de la fe cristiana, siendo la patrona de Tarragona y de los informáticos.
- San Lino de Roma: Primer sucesor de San Pedro como Papa, se le atribuye la organización y fortalecimiento de la comunidad cristiana en Roma en los inicios de la Iglesia.
- San Sosso: Conocido por su labor de evangelización y por ser un mártir, su figura es recordada por su compromiso con la fe cristiana en condiciones adversas.
- San Adamnano: Un monje irlandés del siglo VII, conocido por su trabajo en la monarquía de Hy, al cual se le atribuyen contribuciones significativas a la vida monástica y la difusión de la fe en su época.
¿Qué es el santoral?
El santoral católico es una lista de los santos y beatos reconocidos por la Iglesia, conmemorando sus festividades en fechas específicas del calendario. Este conjunto de figuras representa la devoción y los ideales cristianos, y el Martirologio Romano es el documento que organiza y distribuye estas conmemoraciones, reconociendo a casi 7,000 santos y beatos.
¿Por qué se celebra el día del santo?
La celebración del día de un santo se realiza para honrar su vida y legado. A través de festividades, oraciones y actos de devoción, los creyentes buscan inspirarse en las virtudes y ejemplos de fe que estos santos representan. Es una oportunidad para reflexionar sobre sus enseñanzas y el impacto que han tenido en la historia de la Iglesia.
¿Cómo se convierte alguien en santo?
El proceso de canonización tiene varios pasos. Inicialmente, se investiga la vida del candidato, verificando milagros atribuidos a su intercesión. Luego, se presenta la causa ante el Vaticano. Si se aprueban los hallazgos, el santo puede ser beatificado y, finalmente, canonizado, es decir, reconocido oficialmente como santo por la Iglesia y venerado por los fieles.