La figura del showrunner, corazón creativo y ejecutivo de una producción televisiva, se sitúa hoy en el centro de la industria audiovisual. John Altschuler, guionista, productor y showrunner estadounidense de renombre, repasó su trayectoria profesional en la última edición de Iberseries y Platino Industria, donde explicó cómo su enfoque creativo ha marcado series como Silicon Valley, una de las ficciones más celebradas por su sátira y su representación del ecosistema tecnológico.
Altschuler comenzó su intervención destacando la importancia del showrunner como creador: "Tu rol no es solo vender una serie, sino concebirla y llevarla a la pantalla, asegurándote de que cada detalle funcione", explicó. Con un estilo cercano y anecdótico, relató sus primeros pasos en Hollywood junto a su socio Dave Krinsky: "Éramos economistas sin dinero, llegamos a Los Ángeles sin conocer a nadie y empezamos desde abajo, como asistentes de producción, hasta que vendimos nuestro primer guion".
Su carrera incluye hitos como King of the Hill, donde asumió junto a Krinsky la producción de la serie durante siete temporadas, trabajando con actores de la talla de Brad Pitt, Ben Stiller o Jennifer Aniston. Altschuler subrayó que la esencia del showrunner reside en el guion: "Todo showrunner es, ante todo, un escritor. Sin guion, no hay serie". Además, comparó la percepción de esta figura en Estados Unidos y Europa, donde a veces se confunde con un director, cuando en realidad es el eje creativo y organizativo de la serie.
Uno de los momentos más destacados de su charla fue el origen de Silicon Valley. Inspirado por el libro de Walter Isaacson sobre Steve Jobs, Altschuler detectó un vacío en la narrativa televisiva sobre tecnología y emprendimiento. "Fui a Silicon Valley, hablé con ejecutivos de empresas reales y me di cuenta de que había historias sobre gente intentando 'mejorar el mundo' que eran perfectas para la comedia", relató. La serie, emitida por HBO, combina sátira, innovación narrativa y un retrato preciso de la cultura tecnológica.

Altschuler también abordó la importancia de la propiedad intelectual (IP) y las alianzas estratégicas: "Hoy el mercado está fragmentado, y cualquier elemento que te distinga, desde un libro hasta un concepto original, es clave para vender una serie". Recordó su trabajo con Gangster’s Guide to Sobriety, un proyecto que comenzó como un libro para luego convertirse en serie, ejemplificando cómo la creatividad y la estrategia de mercado van de la mano.
Creatividad y talento
Durante la charla, Altschuler insistió en que la clave del éxito reside en la combinación de talento y creatividad. Ser showrunner implica gestionar equipos, supervisar producción y guion, lidiar con actores y negociar con estudios y cadenas. "Eres el padre y la madre de la serie", afirmó. La creatividad, señaló, no es solo generar ideas, sino saber ejecutarlas y mantener a todos los involucrados alineados.
Iberseries y Platino Industria, en colaboración con creativos y profesionales del sector audiovisual, destacaron la intervención de Altschuler como un ejemplo de cómo la industria puede evolucionar mediante la combinación de talento internacional y estrategias creativas, ofreciendo nuevas perspectivas a la producción de contenidos en un mercado global.
Altschuler cerró su intervención con un mensaje claro: "Si logras traer juntos el talento y la estructura, puedes crear algo inesperado y relevante. Esa es la fórmula para triunfar en la nueva era de la televisión".