Con un despliegue de estrellas, emoción y compromiso cultural, la ciudad egipcia de El Gouna inauguró anoche la octava edición de su festival internacional de cine, que se celebrará hasta el 24 de octubre. El evento, convertido en uno de los más prestigiosos del mundo árabe, llega este año con un significado especial: coincide con la Cumbre de la Paz de Sharm el Sheij y la esperada apertura del Gran Museo Egipcio, símbolos de un país que busca proyectarse como tierra de historia, cultura y convivencia.

El acto inaugural, celebrado en El Gouna Festival Plaza, reunió a figuras destacadas del mundo del cine y la cultura, entre ellos los hermanos Naguib y Samih Sawiris, fundadores del festival y de la propia ciudad; la actriz Yousra, miembro del consejo asesor internacional; y el director artístico Amr Mansi, entre otros responsables de la organización.
“El Gouna no es solo un destino turístico: es un espacio para el arte y la reflexión”, subrayó Naguib Sawiris durante su discurso de apertura. “Desde el principio, creímos que el cine es más que arte: es un lenguaje universal que revela la esencia de la humanidad”.
Una gala entre emoción y memoria
La ceremonia comenzó con el himno nacional egipcio y la voz serena del comunicador Anas Bukhash, quien guio la velada con un tono poético y emotivo. No faltaron los homenajes a figuras fallecidas del cine egipcio e internacional, ni los momentos de humor, protagonizados por el artista Taha Desouky.
Uno de los momentos más aplaudidos fue la actuación musical de Lili Farid, que interpretó temas icónicos del cine mundial —desde Nessun Dorma hasta La Vie en Rose— acompañada por la joven cantante Aisha Al-Suwaidi.
La noche culminó con un tributo lleno de sentimiento: la actriz Menna Shalaby recibió el Premio a la Trayectoria de manos de Yousra, quien la definió como “una de las artistas más luminosas de su generación”. Entre lágrimas, Shalaby recordó sus comienzos y agradeció “la oportunidad de conectar con las personas a través del arte”, evocando a los grandes intérpretes egipcios que la inspiraron.
El espectáculo cerró con un mensaje humanista narrado por Bukhash y un espectáculo de fuegos artificiales diseñado por el artista Ahmed Essam, iluminando el cielo del mar Rojo.

El Gouna, un faro cultural en el desierto
Fundada hace 35 años en plena costa del mar Rojo, El Gouna nació como un ambicioso proyecto urbanístico impulsado por la familia Sawiris. Hoy es una ciudad vibrante, símbolo del nuevo Egipto moderno y sostenible. “Cuando empecé, esto era un desierto”, recordó Samih Sawiris. “Hoy es un hogar para la creatividad y el diálogo, donde el festival se ha convertido en parte esencial del paisaje cultural”.
El evento cuenta con el apoyo de instituciones públicas y privadas, desde el Ministerio de Cultura y la Autoridad de Turismo hasta empresas como BMW, Orange o el banco CIB. Su lema —Cinema for Humanity— sigue marcando la filosofía de una cita que pretende unir arte y compromiso social.
Una edición marcada por la diversidad y la cooperación internacional
Según explicó Amr Mansi, director ejecutivo y cofundador del festival, esta edición recibió más de 1.500 inscripciones de todo el mundo, de las que se seleccionaron 82 películas procedentes de todos los continentes, incluidas varias ganadoras de premios en Berlín, Cannes y Venecia. Egipto tendrá una presencia destacada con nueve largometrajes y cuatro cortos en distintas secciones.
Entre las novedades más esperadas figura la colaboración con Netflix, que presentará Frankenstein, dirigida por el oscarizado Guillermo del Toro, además de un taller exclusivo de guion en el marco de la plataforma CineGouna, dedicada a impulsar nuevos talentos árabes.
La directora artística del festival, Marianne Khoury, destacó el poder del cine como herramienta de resistencia y memoria: “Este año abrimos una ventana a Palestina, porque el arte no puede ser ocupado. En medio de la adversidad, el cine sigue siendo un puente de esperanza”.
El jurado y los premios
Las distintas competiciones del festival contarán con jurados internacionales de alto nivel. La competición de largometrajes de ficción estará presidida por la actriz egipcia Laila Eloui; mientras que el documental tendrá al francés Nicolas Philibert al frente. Entre los jurados figuran cineastas, críticos y programadores de festivales de todo el mundo, reflejando la vocación global de la cita egipcia.

El cine como espejo de la humanidad
En palabras de Mansi, el festival “no es solo una celebración del séptimo arte, sino también un recordatorio de que el cine puede transformar y unir”. No es casual que la inauguración coincidiera con el Día Mundial de la Alimentación, reafirmando las alianzas del GFF con Naciones Unidas y el Programa Mundial de Alimentos.
Durante una semana, las pantallas de El Gouna proyectarán historias que hablan de la identidad, la libertad y la esperanza. Un mensaje que, como recordó Khoury, “cobra aún más fuerza en un mundo que necesita escuchar, una vez más, que el arte puede ser la voz de la humanidad”.