Este 13 de enero se conmemora a San Hilario de Poitiers. Nacido en el año 315 en Poitiers, Francia, provenía de una familia pagana que le brindó una educación excepcional. Luego de una vida intelectual, su encuentro con el Evangelio de San Juan lo transformó profundamente, llevándolo al bautismo en el año 345, junto a su familia.
Este sabio se convirtió en obispo de Poitiers en el 350. Su principal batalla fue contra la herejía arriana, que negaba la divinidad de Jesucristo. Enfrentó la intolerancia de los arrianos, que incluso lo desterraron durante cuatro años a Frigia y más tarde a Constantinopla, donde su elocuencia y sabiduría causaron conmoción entre los herejes y provocaron su regreso forzado a Francia.
A su retorno, recibió una calurosa bienvenida y continuó su incansable lucha contra la herejía. Escribió obras fundamentales como "La Trinidad", un tratado magistral sobre el tema, y su comentario al Evangelio de San Mateo y a los Salmos. Además, fundó comunidades religiosas en su país y contribuyó a introducir los himnos cantados en las ceremonias católicas.
San Hilario fue conocido por su cortesía y bondad, incluso al debatir en defensa de la fe. Trataba a sus oponentes con respeto y amor, buscando la reconciliación más que la humillación. Fue declarado Doctor de la Iglesia en 1851 por su heroica defensa de la divinidad de Cristo. En su muerte en el año 368, una misteriosa luz llenó su habitación, dejando atónitos a quienes lo rodeaban y desapareciendo en el momento de su fallecimiento.
Además de San Hilario de Poitiers, también se celebra la fiesta de otros santos y mártires en este día:
- San Agricio
- San Godofredo de Ilbenstad
- Santa Juta de Huy
- San Kentigerno
- San Pedro, presbítero y mártir
- San Remigio de Reims
- Beato Emilio Szramek
- Beata Verónica de Binasco Negroni
¿Qué es el santoral?
El santoral es el conjunto de personas veneradas en la Iglesia Católica como santos o beatos en una fecha del calendario determinada. Los santos son personas que han vivido una vida ejemplar de fe y caridad, y que han sido reconocidas como tales por la Iglesia. Los beatos son personas que han dado muestras de santidad, pero que aún no han sido canonizadas.
¿Cómo se convierten los santos?
El proceso de canonización es un proceso largo y complejo que puede durar siglos. El primer paso es la investigación del candidato a santo, para comprobar que su vida fue realmente ejemplar y que murió en estado de gracia. Si la investigación es positiva, el candidato es declarado venerable.
El siguiente paso es la beatificación, que es la declaración oficial de que el candidato es beato. Para ello, se necesita un milagro atribuido a la intercesión del candidato. Si el milagro es reconocido por la Iglesia, el candidato es beatificado.
El último paso es la canonización, que es la declaración oficial de que el candidato es santo. Para ello, se necesitan dos milagros atribuidos a la intercesión del candidato. Si los milagros son reconocidos por la Iglesia, el candidato es canonizado.