Este 4 de enero, la Iglesia Católica conmemora a Santa Ángela de Foligno, una de las místicas más reconocidas en la historia de la Iglesia. Nacida en 1248 en Foligno, Italia, vivió inicialmente una vida mundana, caracterizada por el orgullo y la vanidad. A los 35 años, tras la pérdida de su madre, esposo y hijos, experimentó una profunda transformación espiritual al escuchar la prédica del franciscano Padre Arnoldo.
Convencida de la equivocación en su modo de vivir, Ángela hizo una confesión general y se convirtió en terciaria franciscana. En una visión, San Francisco le indicó vender todas sus posesiones y dedicarse a meditar sobre la Pasión de Cristo. Siguiendo este llamado, vendió todo, incluyendo su palacio más preciado, distribuyendo el dinero entre los pobres. Abrazó una vida de contemplación y meditación enfocada en la Pasión, dedicándose a la oración y la comunicación con Dios.
Conocida como la “Mística de la Pasión de Cristo”, su amor por la Pasión era tan intenso que bastaba una imagen de Jesús doliente para sumirla en éxtasis. Dictó su autobiografía al Padre Arnoldo, describiendo las etapas de su conversión y su crecimiento espiritual, destacando su profundo amor por la Eucaristía y la oración.
Ángela falleció el 4 de enero de 1309 en Foligno, y su sepulcro se convirtió en lugar de peregrinación debido a los innumerables milagros que se atribuyen a su intercesión.
Además de Santa Ángela de Foligno, también se celebra la fiesta de otros santos y mártires en este día:
- San Rigoberto
- San Abrúnculo
- San Cayo
- Santa Faraildis
- San Ferreol
- San Gregorio
- San Hermes
- Santa Isabel Ana Seton
- San Rigomerio
- San Manuel González García
- Beata Ángela
- Beata Cristiana Menabuoi
- Beato Tomás Plumtree
¿Qué es el santoral?
El santoral es el conjunto de personas veneradas en la Iglesia Católica como santos o beatos en una fecha del calendario determinada. Los santos son personas que han vivido una vida ejemplar de fe y caridad, y que han sido reconocidas como tales por la Iglesia. Los beatos son personas que han dado muestras de santidad, pero que aún no han sido canonizadas.
¿Cómo se convierten los santos?
El proceso de canonización es un proceso largo y complejo que puede durar siglos. El primer paso es la investigación del candidato a santo, para comprobar que su vida fue realmente ejemplar y que murió en estado de gracia. Si la investigación es positiva, el candidato es declarado venerable.
El siguiente paso es la beatificación, que es la declaración oficial de que el candidato es beato. Para ello, se necesita un milagro atribuido a la intercesión del candidato. Si el milagro es reconocido por la Iglesia, el candidato es beatificado.
El último paso es la canonización, que es la declaración oficial de que el candidato es santo. Para ello, se necesitan dos milagros atribuidos a la intercesión del candidato. Si los milagros son reconocidos por la Iglesia, el candidato es canonizado.
