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Venecia se rinde al Frankenstein de Guillermo del Toro

Venecia se rinde al Frankenstein de Guillermo del Toro

El Festival de Cine de Venecia aclamó el estreno de Frankenstein, donde Guillermo del Toro recibió el León de Oro honorífico. Los actores destacaron la profundidad emocional de sus personajes y el uso de decorados reales.

Guillermo Del Toro. Foto : Cortesia La Biennale
Guillermo Del Toro. Foto : Cortesia La Biennale

El Festival de Cine de Venecia vivió una de sus jornadas más vibrantes con la presentación de Frankenstein, la esperada película de Guillermo del Toro. La expectación era tal que el público en la alfombra roja enloqueció al ver al director mexicano, quien, pese a que el protocolo de seguridad le impedía detenerse, pidió a uno de los guardias que recogiera los pósters de sus seguidores para firmarlos después. Un gesto que desató aún más la euforia y consolidó la devoción que despierta en la Mostra.

La noche fue doblemente especial: además del estreno mundial de Frankenstein, Del Toro recibió el León de Oro honorífico a los logros de una vida, máximo reconocimiento del certamen, celebrado con una ovación cerrada de la sala.

FRANKENSTEIN
FRANKENSTEIN

Una obra “religiosa” para Del Toro

En la rueda de prensa, Del Toro habló de la profunda conexión personal que siempre ha tenido con el mito creado por Mary Shelley: “Para mí Frankenstein no era solo un sueño, era casi una religión desde que lo vi de niño. Crecí en un ambiente muy católico y nunca entendí a los santos… hasta que vi a Boris Karloff en pantalla. Ahí comprendí lo que era un mesías”, confesó.

El cineasta explicó que esperó décadas para llevar a cabo el proyecto en las condiciones creativas y técnicas adecuadas: “Todo lo que hice desde Cronos hasta ahora fue prepararme para esta película. Necesitaba la escala suficiente para reconstruir un mundo entero. Y, ahora que la terminé, estoy en depresión posparto”.

Un banquete para sus actores

Oscar Isaac, que interpreta a Víctor Frankenstein, compartió cómo fue ponerse en la piel del personaje: “No podía creerlo cuando Guillermo me dijo que quería que fuera Víctor. Me entregó un banquete: solo tenía que sentarme a la mesa. Es un proceso de rendirse al material y enamorarse de él por completo”.

Jacob Elordi, encargado de dar vida a la criatura, reveló que se incorporó al rodaje con apenas unas semanas de preparación, pero encontró un espacio de absoluta entrega: “Llegué tarde, pero la mesa ya estaba servida. Lo único que tuve que hacer fue sentarme y dejarme llevar. Fue un sueño hecho realidad”.

El diseño del monstruo, detalló Del Toro, se aleja de la iconografía clásica de cicatrices y grapas:  “No quería un accidente andante. Víctor es un artista, así que la criatura debía ser bella, casi como una estatua de marfil o alabastro. Cada etapa de su vida se refleja en cambios de vestuario, piel, cicatrices. Es un personaje que evoluciona como un ser humano”.

Un Frankenstein de carne, hueso… y emociones

El director insistió en la importancia de construir decorados reales y reducir el uso de CGI al mínimo, algo que Isaac y el resto del elenco agradecieron:  “No es lo mismo mirar una bola sobre un fondo verde que estar en un laboratorio con máquinas gigantes y ventanales reales. Todo cobra otra dimensión, se convierte en alimento para la actuación”, explicó Del Toro.

En cuanto al tono, el compositor Alexandre Desplat (quien firma la partitura junto a Alexander Dela) destacó que la música no se enfocó en el terror sino en lo lírico: “Al pensar en Frankenstein, uno imagina horror, pero aquí se trata de amor. La música tenía que ser profunda, emotiva, casi como una elegía”.

Sobre la firma
Colaborador de EL PERFIL
Crítico de cine, especializado en cine latinoamericano. Es miembro de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) y de l'Académie des Lumières, de la prensa internacional en Francia.