España se dirige a las urnas por tercera vez en cuatro años. Se espera que el partido socialista en el poder gane la mayoría de los votos, pero no llegue a la mayoría, y el partido de ultra derecha Vox está listo para lograr un avance nacional.
La elección general fue convocada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en febrero, después de que los separatistas catalanes se unieran a los partidos de derecha para rechazar su presupuesto de 2019.
El Partido Socialista de los Trabajadores (PSOE) de Sánchez ha gobernado España desde el pasado mes de junio, cuando empleó un voto de no confianza para expulsar del poder al Partido Popular (PP) conservador de la corrupción.
Pero su gobierno ha luchado para avanzar en su agenda legislativa ya que solo tiene 84 de los 350 asientos en la cámara de diputados.
Los opositores de Sánchez lo acusan de ser débil y estar en deuda con los partidos a favor de la independencia catalana, que apoyaron su exitosa moción de no confianza.
Argumentan que debería tomar una línea mucho más dura en el tema de la independencia, que ha dominado la política española desde el intento de secesión del gobierno regional en otoño de 2017.
La crisis territorial también ha impulsado el surgimiento de Vox, que, hasta el año pasado, fue un partido marginal sin el apoyo para ganar escaños en el Congreso.
Eso cambió en diciembre pasado cuando el partido de ultra derecha, liderado por Santiago Abascal, superó las expectativas y obtuvo 12 escaños en la elección regional andaluza.
Vox luego demostró sus habilidades al aceptar apoyar a un gobierno regional andaluz entre el PP y el partido de ciudadanos de centro-derecha, que terminó con décadas de control del PSOE en la región del sur de España.
Esta tarde, poco antes de emitir su voto, Sánchez señaló su deseo de que el resultado de las elecciones le diera a su partido una mayoría parlamentaria que pueda emprender reformas sociales y políticas en el país.
El presidente del Gobierno expresó, además, su deseo que la cámara baja apoye “un gobierno estable que, con calma, serenidad y resolución, mire hacia el futuro y logre el progreso que nuestro país necesita en materia de justicia social, armonía nacional y limpieza política”.
Albert Rivera, líder del partido Ciudadanos, señaló que se necesitaba una alta participación en estos comicios para “marcar el comienzo de una nueva era”.
Pablo Casado, quien recientemente asumió el liderazgo del conservador PP y que lo ha dirigido hacia la derecha en un esfuerzo por detener el drenaje de los votos a Vox, calificó la votación como la “más decisiva” del país en los últimos años.
La postura inquebrantable de Vox en Cataluña, que incluye propuestas para prohibir los partidos pro-independencia catalana, le ha ayudado a generar impulso, al igual que sus ataques al feminismo y lo que describe como “corrección política”.
El partido ha logrado moldear la agenda política y fragmentar el voto conservador arrastrando tanto al PP como a los ciudadanos más a la derecha en un intento por evitar que los votantes deserten de la agrupación de Abascal.
Si el resultado de las últimas encuestas se hacen realidad, Vox podría obtener aproximadamente el 11% de los votos el domingo, convirtiéndose en la primera agrupación de extrema derecha en ganar más de un escaño en el Congreso desde que España regresó a la democracia después de la muerte del general Franco en 1975.
Sánchez advirtió que ese partido intentaría repetir su estrategia andaluza para construir un gobierno de coalición de derechas entre el PP y Ciudadanos.
“Nadie pensó que Trump sería presidente en los Estados Unidos, ni Bolsonaro en Brasil. Y la gente estimó que el Brexit tampoco sucedería. Un voto para el PSOE es la diferencia entre una España que mira hacia el futuro y una España que retrocede 40 años. ¡Nadie debería quedarse en casa el domingo!”, reflexionó Sánchez en un comunicado publicado el viernes.
Si bien se prevé que el PSOE aumente su número de asientos en las elecciones, no se espera que obtenga la mayoría.
En este sentido el partido de Sánchez podría recurrir nuevamente a Podemos, con Pablo Iglesias como líder, en busca de apoyo. Así lo aseguró Sánchez en una entrevista con el diario El País. “Que entre en el Gobierno Podemos no es ningún problema”, dijo.
El socialista también podría buscar hacer una alianza con Ciudadanos, aunque el líder del partido de centro derecha lo descarta firmemente.