La ONU informó este lunes de que entre julio y septiembre recibió 64 nuevas denuncias de supuestos abusos sexuales cometidos por personal de la organización y de entidades con las que colabora sobre el terreno.
La cifra es ligeramente inferior a las 70 denuncias del trimestre anterior, pero superior a las 54 de los primeros tres meses del año.
Naciones Unidas da a conocer trimestralmente un balance de las acusaciones recibidas, dentro de una nueva estrategia de “tolerancia cero” contra los abusos, tras los escándalos de los últimos años.
Entre julio y septiembre, llegaron a la ONU 39 denuncias contra su personal, de las que 6 tenían que ver con efectivos de operaciones de paz y 33 con empleados de agencias de la organización.
Además, Naciones Unidas recibió otras 25 acusaciones contra empleados de entidades con las que trabaja sobre el terreno.
Del total de 64 supuestos incidentes, 30 tuvieron lugar en 2018, 7 en 2017, 2 en 2016 y 6 en 2015 o antes, mientras que en 19 de los casos se desconocen las fechas.
Por ahora la mayor parte de los casos está en fase de investigación o de análisis preliminar, aunque la ONU indicó que dos acusaciones contra empleados de otras organizaciones se han confirmado y los involucrados han sido despedidos.
En total hay 77 supuestas víctimas —algunos casos involucran a más de una— incluidas 24 niñas menores y un varón de menos de 18 años.
Los repetidos abusos sexuales cometidos por personal de la ONU, sobre todo cascos azules desplegados en países africanos, generaron en los últimos años un gran escándalo para la organización.
En respuesta, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, situó el asunto como una de las prioridades de su mandato y puso en marcha una amplia estrategia para dar más visibilidad al problema, apoyar a las víctimas y asegurar que todos los casos se investiguen y que los responsables rindan cuentas.