MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) –
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha investido a cuatro nuevos ministros, entre ellos al nuevo titular del Interior, Juan Fernando Cristo, advirtiéndoles de que deberán poner en marcha los proyectos necesarios para cumplir con las promesas del Gobierno. “Espero den una batalla por el cambio”, ha dicho.
Petro ha calificado de “cambio drástico” esta nueva remodelación. Se debe, ha explicado, a la necesidad de reparar los “errores” y “problemas estratégicos” que han ido surgiendo en esto dos primeros años de gestión. “Vamos a buscar un camino diferente (…) Acá nos toca innovar y por eso cambió el gabinete”, ha explicado.
“Lo advierto de una vez, se pueden arrepentir, todavía están a tiempo, si no se tienen que agarrar de la silla fuerte, que espero den una batalla por el cambio”, ha expresado el mandatario en un acto celebrado la noche del lunes en Casa Nariño.
En otro momento de su intervención, Petro ha aprovechado para volver a expresar su malestar por los “números rojos” heredados del anterior mandato de Iván Duque, a quien ha reprochado la “estupidez” que supuso aceptar endeudarse con el FMI para “supuestamente” hacer frente a la crisis del coronavirus.
“No nos salvaron, se robaron la plata (…) y terminamos toda la sociedad pagando al gran capital el subsidio que no devuelve”, ha protestado Petro, según informan medios colombianos.
Además de Cristo al frente del Interior, tomaron posesión oficialmente de sus cargos los nuevos titulares de Justicia, Ángela María Buitrago; de Agricultura, Martha Carvajalino; y de Transporte, María Constanza García.
Uno de los primeros encargos que Petro puso sobre la mesa al nuevo ministro del Interior, incluso antes de que se conociera el nombre de Cristo, tras la salida de Luis Fernando Velasco fue poner en marcha los contactos necesarios para convocar un proceso constituyente, uno de los puntos principales de la agenda del presidente.
Desde marzo, Petro ha venido planteado la posibilidad de convocar un proceso constituyente a fin de modificar la Constitución y con ello afianzar un marco legal para sus ambiciosas reformas, entre ellas aplicar plenamente los acuerdos de paz de 2016 –en los que está incluidas una reforma agraria y una alternativa a los cultivos ilícitos–, extender el acceso a derechos básicos, o la reforma judicial.