MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) –
Dos ataques con explosivos han tenido lugar en la tarde de este viernes en las localidades de Jamundí y Popayán, en el suroeste de Colombia, teniendo a la Policía como objetivo, según han informado las autoridades locales.
El primer ataque se ha registrado a las 16.30 horas (hora local) en el municipio de Jamundí, en el Valle del Cauca, cuando un coche bomba ha detonado cerca de una comisaría de Policía, apunta la emisora colombiana Radio Caracol.
Poco después, a las 17.00 horas (hora local) se han producido dos ataques con drones en Popayán, capital del departamento del Cauca. Según Radio Caracol, uno de los ataques impactó en una zona verde en el interior de las instalaciones de un comando de la Policía, dejando herido uno de sus efectivos y graves daños en las instalaciones, y el otro lo hizo en un área limítrofe al aeropuerto de la ciudad.
Si bien algunos medios locales apuntan a una supuesta implicación en estos ataques de la principal disidencia de las FARC, el Estado Mayor Central (EMC), por el momento no ha habido confirmación de la autoría.
La Presidencia de Colombia ha rechazado los ataques perpetrados contra las fuerzas de seguridad en ambos municipios. “Son inaceptables estos actos de violencia que pretenden socavar la tranquilidad de pueblo colombiano. Quienes optan por la violencia y perpetúan el conflicto armado enfrentarán todo el peso de la ley”, ha asegurado en un comunicado publicado en la red social X.
Por su parte, el ministro de Interior, Luis Fernando Velasco, ha calificado las explosiones en Jamundí y Popayán como “acciones terroristas”. “El Gobierno nacional no creyó en la voluntad de paz de estas organizaciones, que rompieron el cese al fuego y evidentemente vamos a tener que hacer acciones mucho más contundentes en materia militar y judicial”, ha señalado en declaraciones a medios regionales, aludiendo a la presunta implicación de la guerrilla en los atentados.
Estas acciones se han producido en medio del incremento de la violencia en el suroeste de Colombia, en particular en Cauca, Nariño y Valle del Cauca. En estos tres departamentos, el Gobierno de Gustavo Petro suspendió el alto el fuego con el EMC, que se había alcanzado para avanzar en las negociaciones de paz, una vez que la guerrilla fue acusada de lanzar ataques indiscriminados contra las poblaciones indígenas.