Con el fallecimiento del papa Francisco, muchos fieles se preguntan qué ocurriría si, en un futuro, fuera canonizado. La duda más común es: ¿se llamaría “San Francisco”? Y, si es así, ¿cómo se lo distinguiría de otros santos con el mismo nombre?
La tradición de la Iglesia católica indica que es posible que existan varios santos con el mismo nombre, como ocurre con San Francisco de Asís y San Francisco Javier, dos figuras ampliamente veneradas y diferenciadas por sus apellidos o lugares de origen. Por lo tanto, si el papa Francisco fuera declarado santo, no sería el único con ese nombre.

En el caso de Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, la Iglesia seguiría su costumbre de añadir un distintivo que incluya un apellido, lugar de origen o su rol como pontífice para evitar confusiones entre los fieles. Así, podría ser denominado como San Francisco Papa, San Francisco I (al ser el primer papa con ese nombre), San Francisco de Buenos Aires o San Francisco Bergoglio.
Estas formas permiten identificar claramente a qué figura se hace referencia, especialmente cuando ya hay otros santos con nombres similares.
La elección del nombre Francisco por parte de Bergoglio, al ser elegido papa en 2013, se debió a su admiración por San Francisco de Asís, fundador de la Orden Franciscana y símbolo de humildad, pobreza y amor por la creación.
El propio pontífice explicó que optó por ese nombre inspirado por las palabras del cardenal brasileño Cláudio Hummes, quien le recordó la importancia de no olvidar a los pobres en su nuevo ministerio. El nombre Francisco, por tanto, ya tiene un fuerte significado espiritual y pastoral dentro de la Iglesia.

¿Qué implica que un papa sea canonizado?
El proceso de canonización de un papa, como el de cualquier fiel católico, implica varias etapas: primero se le reconoce como Siervo de Dios, luego como Venerable, posteriormente como Beato y, finalmente, como Santo. Para alcanzar la canonización se requiere la verificación de al menos dos milagros atribuidos a su intercesión, además de una investigación exhaustiva sobre su vida y virtudes heroicas.
En las últimas décadas, varios papas han sido canonizados, como San Juan XXIII y San Juan Pablo II, quienes recibieron títulos que los distinguen claramente de otros santos con nombres similares.
La historia de los nombres papales muestra que algunos han sido utilizados en numerosas ocasiones. El nombre Juan, por ejemplo, ha sido adoptado por 23 papas, seguido de Benedicto y Gregorio. En estos casos, la Iglesia recurre a numeraciones o apellidos para diferenciar a cada pontífice y, en el caso de los santos, a títulos adicionales que identifican su origen o su papel en la historia eclesiástica.

¿Por qué sería canonizado el papa Francisco?
Jorge Mario Bergoglio, el primer papa latinoamericano, será recordado por su estilo pastoral cercano, su énfasis en la misericordia y su impulso a una Iglesia más pobre y comprometida con los marginados. Si en el futuro se le atribuyen milagros y se confirma su reputación de santidad, su canonización sería muy probable.