Alrededor de 4 mil personas partieron a pie desde Honduras hace una semana en lo que fue catalogado como una caravana migrante con destino a los Estados Unidos. El contingente ya cruzó la frontera sur de México.
Cargando bolsos con unas pocas pertenencias, miles de hombres, mujeres y niños (con o sin sus padres) cruzaron a la fuerza la frontera entre Guatemala y México el jueves, informó el sitio azteca Milenio.
El presidente Donald Trump pidió ayuda al Gobierno mexicano para que "detenga este embate" contra la frontera de los Estados Unidos además de amenazar con "interrumpir todos los pagos a estos países que parecen no tener control sobre su población", en referencia no sólo a Honduras sino también a Guatemala.
"Si [México] no puede hacerlo, voy a ordenarle a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos que cierre nuestra frontera del sur", sentenció Trump en Twitter.
....In addition to stopping all payments to these countries, which seem to have almost no control over their population, I must, in the strongest of terms, ask Mexico to stop this onslaught - and if unable to do so I will call up the U.S. Military and CLOSE OUR SOUTHERN BORDER!..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 18, 2018
Tras romper el cerco en Guatemala, los migrantes fueron recibidos por la policía con gases lacrimógenos en el Puente Internacional de Suchiate (México), informó el sitio BN.
El Gobierno mexicano ya anunció que el contingente será dosificado: podrán entrar de a 100 por día para presentar sus pasaportes y visas o para pedir asilo en calidad de refugiados.
El Instituto Nacional de Migración (INM) de México y la Policía Federal (PF) recibieron este viernes al primer grupo de mujeres y niños mientras del lado de Guatemala los demás migrantes gritaban consignas para que dejen pasar a todos.
Los primeros 100 fueron trasladados a la Feria Internacional de Tapachula, un predio que fue habilitado como albergue. El resto de los inmigrantes se quedó en la frontera en albergues y campamentos improvisados.
Organizadores de la caravana advirtieron a los inmigrantes que no se subieran a los buses para ir al refugio en México porque serían deportados como le pasó al ex diputado del partido Libertad y Refundación (Libre) Bartolo Fuentes, quien fue parte del contingente y volvió a Honduras este viernes.
Fuentes fue recibido en Honduras por el ex presidente Manuel Zelaya, quien fuera destituido en 2010 en lo que fue considerado por la OEA como un golpe de Estado institucional.
Mientras tanto, las autoridades de Honduras extremaron las medidas de control migratorio en el punto de Agua Caliente, fronterizo con Guatemala, para evitar que crucen a ese país más migrantes hondureños que buscan unirse a la caravana.