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Irán e Israel y la guerra de relatos

Una lucha entre las verdades y las mentiras en los medios casi todos alienados con Israel.
Lucas Lavado

La guerra de los doce días, llamada así por Donald Trump, entre Irán es Israel ha servido para descorrer el velo de un relato machacón y tenazmente mentiroso de la prensa internacional. Todo conjugado para minimizar hasta desaparecerlo del mundo noticioso el triunfo de Irán, que visto desde los ángulos más sencillos y constatables es otro.  

Desde el inicio. El bombardeo israelí sin declaración de guerra y guiado por una traición a todas luces evidente, mientras Norteamérica e Irán estaban en tratos tendientes a la desnuclearización. El ataque sionista no sólo no hizo cejar al gigante persa, sino que posibilitó, sin quererlo, que Irán siga adelante como lo ha declarado con su programa nuclear. 

Generalmente, los que inician una guerra como el que empezó Israel y la manera cómo la inició es para ganarla de manera contundente y en el menor tiempo posible a su adversario. Aún más, contando con un prestigio propagandístico y poder de armamento declarado hasta obnubilar a la prensa y los analistas. 

Pero, los cálculos estratégicos y tácticos israelíes han caído por los suelos sin atenuantes. Comenzando por el publicitado poderío miliar inigualable usado para vender armas. La posesión de un escudo antimisiles llamado el Domo de hierro que ha devenido en un “colador” dicho en leguaje popular. Penetrado con eficacia por los misiles iraníes. 

Para más abundamiento sobre su propagandizado poderío militar, conviene reiterar enfáticamente la manera en que el país agresor pedía auxilio al presidente Donald Trump para la consumación sumaria de la agresión. Y la demanda no se hizo esperar para el bombardeo norteamericano de los centros de enriquecimiento de uranio que finalmente no logra dañarlo. 

Consumado este bombardeo norteamericano, Donal Trump pide y declarar el alto al fuego entre los contendientes y proclama públicamente que los dos países declaran el cese de fuego. Luego, después de que Israel sigue bombardeando e Irán responde para finalmente ir conjuntamente al cese definitivo que el mundo espera se efectivice. 

Es este un proceso complejo y delicado lleno de grandes tendencias en el juego político de escala mundial. Ha servido para observar un mayor acercamiento entre China, Rusia, Irán y Corea del Norte para comenzar. Este reacomodo geopolítico mundial es un problema para Norteamérica porque permitirá en adelante un rumbo definitivo hacia el afianzamiento de la bipolaridad y nuevas emergencias. 

Nuevas realidades, nuevas ópticas en curso. Urge el afinamiento de la perspectiva histórica donde Europa es apenas el nuevo “patio trasero” norteamericano. Una profunda revisión conceptual y teórica de la ciencia política en curso sobre la base de los hechos duros en contra de las especulaciones posmodernas. Una revisión profunda de las relaciones internacionales globales y entre países sobre todo vecinos cultivando la defensa nacional y relaciones realistas. 

A estas nuevas condiciones y sin ánimo corrosivo conviene añadir algunos datos para el lector inducido a creer a pie juntillas el éxito total de Israel. Al momento de escribir esta nota los pobladores se han volcado a las Calles de la capital iraní para festejar y dar muestras de apoyo a sus líderes.  

Quizá, y sólo para sumar una pisca a los lectores, se sugiere observar la depresión y desasosiego de las calles israelíes a fin de atisbar si se muestra algún apoyo a sus gobernantes. Y solo para divertir la vista, los oídos y las reflexiones conviene mirar los lugares estratégicos israelíes bombardeado. Es el momento de poner a prueba las capacidades de observar, discernir por cuenta propia y asumir perspectivas con realismo y sentido crítico.

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El análisis y las expresiones vertidas son propias de su autor/a y no necesariamente reflejan el punto de vista de EL PERFIL
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Colaborador de EL PERFIL
Profesor en Filosofía y Ciencias Sociales. Magíster en Docencia Universitaria y Doctor en Ciencias de la Educación. Ha editado más de 400 títulos.