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La paradoja del colesterol: por qué algunos adultos mayores viven más con niveles altos de LDL

Investigaciones recientes asocian niveles moderadamente altos de LDL con mejor supervivencia en personas mayores. No aplica a todos los grupos etarios.
Cristina Palao
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El colesterol LDL, comúnmente conocido como el “colesterol malo”, ha sido históricamente señalado como un factor clave en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, en los últimos años, esta visión comenzó a matizarse a partir de nuevos estudios que exploran una aparente paradoja: algunos adultos mayores con niveles elevados de LDL parecen tener una mayor esperanza de vida.

El colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad) transporta colesterol desde el hígado hacia los tejidos del cuerpo. En exceso, tiende a acumularse en las paredes de las arterias, generando placas que pueden estrechar o bloquear el flujo sanguíneo.

Este proceso, conocido como aterosclerosis, aumenta significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares como infartos, accidentes cerebrovasculares (ACV) y enfermedad arterial periférica.

Por eso, entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan mantener los niveles totales de colesterol por debajo de los 200 mg/dL, con especial cuidado en el control del LDL.

¿Por qué algunos adultos mayores viven más con altos índices de LDL?

Aquí surge la llamada paradoja del colesterol, según la cual, en ciertas personas mayores, los niveles moderadamente elevados de LDL no se asocian con un mayor riesgo cardiovascular e incluso pueden correlacionarse con una mejor tasa de supervivencia.

Una posible explicación es que, en adultos mayores, un LDL bajo podría reflejar estados de desnutrición, fragilidad o enfermedades crónicas, más que una condición saludable. En cambio, un LDL moderadamente alto podría ser un indicio de mejor soporte nutricional o menor inflamación crónica en esa etapa de la vida.

No obstante, es importante remarcar que esta observación se centra en un grupo poblacional muy específico y no contradice la evidencia sólida que vincula el colesterol LDL elevado con enfermedades del corazón, especialmente en personas jóvenes y de mediana edad.

Funciones clave del colesterol LDL

Aunque suele considerarse "malo", el colesterol LDL cumple funciones esenciales dentro del organismo cuando se encuentra en niveles normales. Entre ellas:

  • Participa en la formación de membranas celulares.
  • Contribuye a la síntesis de hormonas esteroideas como la testosterona y el estrógeno.
  • Colabora en la producción de vitamina D.
  • Es vital en la creación de bilis, indispensable para la digestión de grasas.

Especialistas coinciden en que ningún marcador de salud debe analizarse de forma aislada, ya que esto podría llevar a interpretaciones erróneas sobre el estado real de la salud de un individuo. El riesgo cardiovascular está influenciado por un conjunto de factores interrelacionados que, en conjunto, pueden aumentar significativamente la probabilidad de problemas cardíacos.

Entre estos factores se encuentran hábitos nocivos como fumar, condiciones como la hipertensión y la diabetes, así como problemas como la obesidad, el sedentarismo y el estrés crónico, todos los cuales deben considerarse en un enfoque integral de la salud.

Por ello, se recomienda un enfoque integral de prevención que incluya: una alimentación balanceada, actividad física regular, control del estrés, chequeos médicos y evitar el consumo de tabaco y alcohol en exceso.

Consultar regularmente con profesionales médicos y no automedicarse sigue siendo esencial para abordar cualquier posible anomalía en los niveles de colesterol o en la salud cardiovascular en general.

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Redactora de EL PERFIL

Periodista formada en la Universidad Complutense de Madrid. Especializada en sociedad, salud, religión y estilo de vida.