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Menopausia: qué comer para reducir sofocos, fatiga y otros síntomas frecuentes

Incluir alimentos funcionales ayuda a mantener la masa ósea, mejorar el estado de ánimo y proteger la piel durante esta etapa
Cristina Palao

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Resumen experimental generado con una herramienta de inteligencia artificial desarrollada por EL PERFIL. Debido a la naturaleza del proceso, pueden presentarse ligeros errores, omisiones y otras inexactitudes imprevistas. Para una experiencia óptima, recomendamos revisar el contexto o consultar el texto completo si surgen dudas.

La menopausia, etapa biológica que marca el fin del ciclo reproductivo femenino, genera cambios hormonales significativos que afectan la calidad de vida. Sofocos, fatiga, insomnio y alteraciones emocionales son algunos de los síntomas frecuentes. Sin embargo, la alimentación puede desempeñar un papel crucial en la regulación hormonal y en la reducción de estas molestias.

Expertos en nutrición señalan que ciertos alimentos contienen compuestos naturales capaces de imitar o modular el comportamiento de las hormonas femeninas, especialmente el estrógeno, cuya producción disminuye durante la menopausia. Este déficit hormonal influye en el desarrollo de síntomas vasomotores, afectaciones del sueño y alteraciones metabólicas.

Entre los alimentos más recomendados, la soya y las semillas de lino destacan por su contenido en isoflavonas y lignanos, compuestos clasificados como fitoestrógenos, según un metaanálisis publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Estas sustancias ejercen un efecto similar al estrógeno en el organismo, lo que contribuye a disminuir la frecuencia y gravedad de los sofocos, según diversos estudios clínicos. Su incorporación en la dieta se asocia con una mayor estabilidad hormonal y mejoría en el bienestar general.

Salmón, fuente rica en ácidos grasos omega-3, proteínas de alta calidad y vitaminas esenciales
Salmón, fuente rica en ácidos grasos omega-3, proteínas de alta calidad y vitaminas esenciales

Por otro lado, los pescados grasos como el salmón y las sardinas, junto con las nueces, aportan ácidos grasos omega-3. Este tipo de grasas esenciales tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a mitigar procesos inflamatorios crónicos vinculados a la menopausia. Además, el omega-3 influye positivamente en la regulación del estado de ánimo y en el equilibrio hormonal, aspectos fundamentales para las mujeres en esta etapa.

El consumo de frutos rojos —como fresas y arándanos— y verduras crucíferas —brócoli y col— se asocian con un efecto protector gracias a sus antioxidantes y fitoquímicos. Estos nutrientes facilitan el metabolismo del estrógeno y combaten el estrés oxidativo, factor que puede agravar la sintomatología menopáusica. La prevención del daño celular y la mejora en la respuesta inflamatoria son beneficios documentados en la literatura científica.

Asimismo, las semillas de sésamo y girasol contienen magnesio, vitamina E y fitoestrógenos que juegan un papel importante en la reducción de los sofocos y en la estabilización hormonal. Además, contribuyen a mantener la salud ósea y la elasticidad de la piel, tejidos especialmente vulnerables durante la menopausia.

Quinua, cereal ancestral rico en proteínas, fibra y minerales esenciales
Quinua, cereal ancestral rico en proteínas, fibra y minerales esenciales

Los cereales integrales como la avena, la quinua y el arroz integral aportan fibra dietética y vitaminas del complejo B, nutrientes que optimizan el metabolismo hormonal. La regulación de los niveles de glucosa en sangre y la prevención de picos de energía son aspectos fundamentales para evitar la fatiga y mejorar la vitalidad diaria.

Respecto a la salud ósea, el calcio y la vitamina D presentes en lácteos y bebidas vegetales enriquecidas son esenciales para preservar la masa ósea. La osteoporosis es una complicación frecuente durante la menopausia debido a la pérdida acelerada de estrógeno, por lo que el aporte adecuado de estos nutrientes es indispensable para prevenir fracturas y debilitamiento óseo.

Adicionalmente, la inclusión de especias e infusiones como cúrcuma, canela y manzanilla aporta propiedades antiinflamatorias y efectos calmantes. Estas sustancias facilitan la reducción del estrés y la mejora de la calidad del sueño, factores que influyen directamente en el equilibrio hormonal y el bienestar general de las mujeres menopáusicas.

Pollo, fuente versátil de proteínas magras, vitaminas del complejo B y minerales esenciales
Pollo, fuente versátil de proteínas magras, vitaminas del complejo B y minerales esenciales

En cuanto a la musculatura, el consumo de proteínas magras presentes en el pollo, pescado y legumbres es fundamental para conservar la masa muscular. Estas proteínas ayudan a regular hormonas metabólicas como la insulina y la leptina, cruciales para el control del apetito y el metabolismo energético durante esta etapa.

Por su parte, la hidratación adecuada, a través del consumo de agua y alimentos ricos en agua, es clave porque favorece el funcionamiento metabólico y contribuye a reducir la intensidad de los sofocos. Además, mejora la hidratación cutánea, contrarrestando el envejecimiento y la sequedad que suelen presentarse con los cambios hormonales propios de la menopausia.

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Redactora de EL PERFIL

Periodista formada en la Universidad Complutense de Madrid. Especializada en sociedad, salud, religión y estilo de vida.