Mantener un cabello saludable va más allá del uso de productos cosméticos; también implica adoptar rutinas adecuadas en el cuidado diario. Expertos en salud capilar coinciden en que ciertos hábitos sencillos pueden prevenir daños comunes y conservar el brillo natural del cabello por más tiempo.
El uso de productos adecuados al tipo de cabello es una de las recomendaciones más relevantes. Especialistas han señalado que muchas fórmulas comerciales contienen sulfatos agresivos que resecan la fibra capilar y contribuyen a su debilitamiento. Elegir shampoos y acondicionadores sin estos compuestos permite una limpieza eficaz sin comprometer la hidratación natural.
Otro factor clave es el control del calor durante el peinado. El uso frecuente de secadoras, planchas y rizadores deteriora la estructura del cabello, volviéndolo quebradizo. Profesionales en peluquería han recomendado aplicar protectores térmicos antes de cualquier procedimiento y limitar su frecuencia para minimizar el impacto del calor.
El cepillado diario también influye en la salud capilar. Al realizarlo con cuidado, se estimula la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y se distribuyen los aceites naturales desde la raíz hasta las puntas. Se aconseja emplear cepillos adecuados según la textura del cabello y evitar tirones bruscos que puedan causar roturas.

La alimentación es otro pilar fundamental. Según nutricionistas, una dieta rica en proteínas, hierro, zinc y vitaminas del grupo B favorece el crecimiento de un cabello fuerte y resistente. Incluir alimentos como pescado, legumbres, vegetales de hoja verde y frutos secos contribuye a mejorar la salud capilar desde el interior.
Cortar las puntas con regularidad también forma parte de los hábitos recomendados. Peluqueros sugieren realizar un recorte cada seis u ocho semanas para eliminar las puntas abiertas y mantener la forma del peinado. Esta práctica no solo mejora el aspecto del cabello, sino que también previene la propagación del daño hacia la raíz.
En cuanto a la frecuencia del lavado, especialistas en dermatología capilar han advertido que hacerlo diariamente puede eliminar los aceites naturales que protegen el cabello. Recomiendan espaciar los lavados, dependiendo del tipo de cuero cabelludo, para conservar su hidratación y equilibrio.
Finalmente, proteger el cabello de factores ambientales es crucial. La exposición prolongada al sol y la contaminación urbana afecta negativamente su estructura. El uso de sombreros, pañuelos o productos con filtro UV puede evitar daños causados por los rayos ultravioleta y los contaminantes presentes en el aire.