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Este artículo es de hace 5 años

Voz de una odontóloga en tiempos de coronavirus

Las mascarillas quirúrgicas descartables que por caja de 50 costaban como máximo 11 soles, ahora han subido su costo a más de 140 soles lo que equivale a más del 1000%.
Ángela Canales Larrea

Como profesionales de la Salud, los cirujanos dentistas, trabajamos desde hace muchos años por la naturaleza de nuestra profesión con todas las medidas de protección y bioseguridad a causa de las distintas enfermedades, las cuales nos hacen ser una de las profesiones más expuestas a riesgos de contagio de diferentes enfermedades por la corta distancia con nuestro campo de trabajo, es decir, la boca de nuestros pacientes. 

Es de conocimiento público, que la COVID-19 ha afectado como población a nuestra forma de vida, relaciones personales y específicamente a nuestra profesión, ha puesto en evidencia todas las falencias del sistema de salud tanto público como privado que no ha podido ser resolutivo en el control de la pandemia. De la misma manera el cumplimiento de la cuarentena ha obligado a todos los peruanos a sacrificar sus negocios, trabajos, agotar sus ahorros e incluso a acceder a la asistencia económica del gobierno. 

Es en ese sentido, todos hemos tenido que redoblar los esfuerzos para cuidarnos ante el contagio masivo de la COVID-19, utilizando insumos de bioseguridad tanto en nuestros hogares, trabajos o actividades cotidianas; lo que ha incrementado notablemente la demanda de estos insumos y que aparentemente ha servido para que muchos comerciantes suban sus precios exponencialmente los cuales han tenido antes y un después de la cuarentena lo que sugeriría que existe una especulación. 

Las mascarillas quirúrgicas descartables que por caja de 50 costaban como máximo 11 soles, ahora han subido su costo a más de 140 soles lo que equivale a más del 1000% o unos simples guantes de examen en látex cuyo costo era 12 soles la caja de 100 guantes ahora lo venden a 5 veces su precio, según los proveedores debido a la escasez de estos productos o a la falta de insumos para elaborarlos. Todos los vendedores finales culpan a sus proveedores iniciales de haberles aumentado los costos, lo cual es una cadena que afecta principalmente a los consumidores finales. 

Vemos también tiendas que estuvieron cerradas en cuarentena, en la actualidad han iniciado negocios online o por delivery, vendiendo la mercadería guardada al precio inflado e uniéndose a toda esta ola de especulación. También, podemos señalar otros productos tales como el alcohol, alcohol en gel, mandilones, mamelucos, termómetros infrarojos y demás insumos necesarios para la bioseguridad. 

Esta subida indiscriminada de precios, pone en riesgo el cuidado de la salud frente al virus de COVID-19, ya que la población no podrá acceder a estos productos de comprobada eficacia de protección por su elevado costo.  De la misma manera, los profesionales de la salud del sector privado, al ser principales compradores de estos insumos, deberán incrementar el costo de sus servicios profesionales, afectando finalmente el bolsillo de los consumidores. 

El problema es no solo de índole comercial sino principalmente es un problema de Salud, es por eso que creemos que el gobierno, a través de sus instituciones, debe tomar cartas en el asunto en el más breve plazo, fiscalizando, combatiendo la especulación, comprobando que los insumos posean registro sanitario adecuado que garantice su eficacia, pero así también, opino que nosotros los consumidores debemos tomar una actitud firme denunciando a estos malos comerciantes y ejerciendo nuestro derecho de protesta no comprando a estos malos comerciantes y también a combatir la especulación.

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