Tras recibir el mensaje oficial de la Santa Sede, el cardenal Carlos Castillo, arzobispo de Lima y primado del Perú, expresó su profundo pesar por el fallecimiento del papa Francisco y agradeció a Dios por la alegría y esperanza que su vida ofreció a la Iglesia y al mundo.
Castillo destacó el compromiso incansable del pontífice con los más pobres, débiles y marginados, y lo describió como una imagen viva de la transparencia de Jesucristo. Subrayó que su testimonio deja una huella de esperanza que debe continuar inspirando a los fieles.
El cardenal anunció que los cardenales han sido convocados en Roma a partir del martes 22 de abril para iniciar las reuniones de reflexión y la congregación general, previstas a las 9:00 a.m. (hora de Roma), en preparación para el cónclave que elegirá al nuevo sucesor de San Pedro.

En su mensaje, agradeció la entrega generosa de Francisco y exhortó a continuar con los procesos sinodales impulsados durante su pontificado, que permitieron a la Iglesia responder con mayor apertura y sensibilidad a los desafíos del mundo actual. Reafirmó la necesidad de mantener el rumbo trazado por el papa, especialmente en la atención a los más necesitados.
Castillo también pidió a los fieles peruanos unirse en oración y confiar en el camino de la Iglesia, guiados por el legado de alegría y entrega de Francisco. Recordó con emoción su última bendición Urbi et Orbi desde el balcón central de la basílica de San Pedro, gesto que consideró un signo de esperanza y continuidad espiritual para los católicos.
El papa Francisco falleció a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta, tras una convalecencia que lo apartó de las celebraciones de Semana Santa. En línea con su deseo de sencillez y cercanía, establecido en un documento firmado el año pasado, su cuerpo será velado en la capilla de su residencia, en un ataúd abierto y sin los tradicionales ritos fúnebres en la basílica.