El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha declarado este viernes ante el fiscal regional de la ciudad de Coquimbo, Patricio Cooper, por la fallida compra de la casa en la que vivió el expresidente Salvador Allende, una operación que habría supuesto un coste de más de 890.000 euros a las arcas del Estado.
“Esta diligencia voluntaria se inscribe en la permanente disposición del presidente de la República a prestar la colaboración necesaria con la investigación de la Fiscalía”, ha resaltado la Presidencia en un comunicado recogido por el diario ‘La Tercera’.
Esto se produce después de que la ONG Fundación Fuerza Ciudadana presentara una denuncia para investigar la fallida adquisición de la propiedad –transacción que ascendía a 930 millones de pesos chilenos–, que el Estado pretendía transformar en una casa-museo junto a la del también expresidente Patricio Aylwin.
La polémica se desató no solo por el elevado desembolso que iba a hacer el Estado, sino también por el hecho de que la compra de vivienda beneficiaría a la que fuera ministra de Defensa de Boric, Maya Fernández, nieta del exmandatario y dueña del inmueble, así como a la senadora Isabel Allende, hija del exmandatario.
Fernández dimitió al estallar el caso. Leonardo Moreno, el asesor encargado de monitorizar la operación de compra, también presentó su renuncia al no advertir el conflicto legal que supondría la transacción, ya que las dos beneficiarias están impedidas por ley de firmar contratos con el Estado.
La casa está ubicada en Guardia Vieja, una comuna de Providencia. Allende estuvo al frente de Chile entre 1970 y septiembre de 1973, cuando se suicidó en el Palacio de La Moneda mientras el militar Augusto Pinochet daba un golpe de Estado en su contra.
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