La alta demanda de la población por celebrar el 4 julio, día de la independencia de los Estados Unidos, ha generado conflictos internos entre los gobernadores de algunos estados. Ellos intentan concientizar a las personas de quedarse en casa, pero su presidente Donald Trump contradice sus labores y continúa festejando.
A pesar de ser un día muy festivo y emblemático para el país norteamericano, este año, como casi todos los eventos a nivel mundial, se verá opacada por el coronavirus. La tradición de los fuegos artificiales, las ferias, los desfiles, las parrillas, los conciertos y otras actividades, en su mayoría, fueron canceladas.
Trump, sin embargo, fiel a su estilo, ignora las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación del covid-19 y ofreció un discurso ayer en la montaña Rushmore, Dakota del Sur, congregando a 7 mil 500 personas, sin distanciamiento social.
El presidente Donald Trump, al parecer, no está al tanto del panorama del avance del coronavirus en su país. Con más de 60 mil nuevos casos diarios y más de 129 mil muertes, Trump seguirá con su festejo este sábado en Washington DC con otro espectáculo de fuegos artificiales, sin obligar a los asistentes el uso de mascarillas.
Estos eventos se consideran más una campaña política que una celebración a la nación. El presidente republicano sabe perfectamente que estos meses fueron grises para él y su gobierno. La ola de protestas contra el racismo, golpes de estado, la crisis sanitaria y económica ha puesto en duda su continuidad en la Casa Blanca. Con 53% de intención de voto a favor lidera su contrincante demócrata, Joe Biden, según la encuesta de la Universidad de Monmouth, mientras que Trump ocupa el segundo lugar con el 41% de intención de votos.
Trump, el hombre de negocios, está mostrando su mejor rostro en gestión, o al menos eso trata y celebró la disminución del desempleo de su país, ante la reapertura de la economía. Pero, esto género que las cifras del coronavirus se disparen. Al hacer oídos sordos y actuar como si estuviera en la "normalidad" significa que, al presidente desde hace buen tiempo, esto se le ha escapado de las manos.
Estados unidos, el país del primer mundo, no solo es el primer país en economía (antes de la pandemia), ni en tecnología, sino que ahora es el primer país con más casos y decesos por el coronavirus. Las últimas cifras registradas baten récord a nivel mundial, con 60 mil 383 casos nuevos en un día y 754 muertes. Bajo ese contexto, Estados Unidos celebrará hoy su aniversario número 224.
Desde sus casas, en conciertos virtuales y parrilla los ciudadanos norteamericanos festejaran este gran evento en familia. Mientras que otros, quienes ya levantaron la cuarentena, seguirán los pasos de Donald Trump y festejarán con total irresponsabilidad este fin de semana, a la espera de otro rebrote.