Los "chalecos amarillos" en Francia se comprometieron a continuar con las manifestaciones en contra del gobierno francés, un día después de obtener nuevas concesiones del presidente Emmanuel Macron, que costarán un estimado de 11,000 millones de euros ($ 12,500 millones).
El lunes, Macron anunció una serie de medidas que incluye un aumento en el salario mínimo y la desgravación fiscal para los jubilados y en el trabajo de horas extra.
Macron, que enfrenta la crisis social más grave de su presidencia, espera que sus decisiones calmen a las familias de bajos recursos en las zonas rurales y de las pequeñas ciudades de Francia que han tomado las calles para protestar durante las últimas tres semanas.
Las encuestas realizadas inmediatamente después de su discurso de 13 minutos, mostraron que el apoyo a los "chalecos amarillos" se redujo pero, de todas formas, la mitad de los franceses quieren que sigan protestando.
"Estoy satisfecho con lo que hemos logrado. Después de tres semanas lo hemos forzado a ceder", señaló a la prensa Arnaud Ansermier, un trabajador de la construcción. "Hemos abierto la puerta, pero no es suficiente", agregó.
El hecho de que Macron se vea obligado a ceder más terreno podría determinarse este fin de semana al convocarse otra ronda de protestas para el sábado.
El Ministerio del Interior dijo que 136.000 personas participaron en todo el país en las protestas del sábado pasado.