Estamos en la recta final y el candidato de Avanza País continúa dando un mal performance. En el programa ‘Conclusiones’ de CNN, Fernando del Rincón le pidió ser transparente sobre en qué ciudad de los Estados Unidos se vacunó.
Hernando De Soto no quiso dar más detalles y dijo “hablemos de transparencia, si su orden de ética es que uno debe anunciar antes de vacunarse, entonces ahora que conozco las reglas de juego podría decirle cuándo es mi próxima colonoscopia, endoscopía o si tengo algún problema con la próstata”.
El periodista le refutó y le pidió más seriedad. “Hay falta de transparencia cuando no me dice el estado, en el que fue vacunado. La comparación con un tema de colonoscopía, señor De Soto, seamos serios, no tiene nada que ver con la pandemia, con vacunas que no ha llegado a Perú, con personas que aquí no se han llegado a vacunar en los Estados Unidos” sostuvo.
De Soto mostró su sonrisa pícara. Notó que, al hablar de transparencia y poner en la misma línea sus problemas con la próstata, la vacuna y la pandemia, fue un error. “Chibolín” no estaba a su lado para asesorarlo. Esta es, sin embargo, la esencia del candidato: hablar incoherencias.
Es cierto. No tomo la cuota o el dinero de ningún peruano para su vacunación, pero sí la de un estadounidense. El país norteamericano aún no ha vacunado a toda su población. Fernando del Rincón mostró su indignación al respecto porque, además, en los Estados Unidos el “turismo vacuna” es fuertemente criticado y el economista lo acusó de lanzar “preguntas sospechosas”.
Con el mismo argumento defendió su vacunación. Por la campaña, tenía el temor a contagiarse y contagiar a los suyos. Y de nuevo, De Soto hablando a medias. De acuerdo con médicos, científicos y expertos, las personas inmunizadas pueden contagiarse, aunque la carga viral sea menor. De igual forma puede que sean menores las posibilidades de contagiar a los demás.
Se negó en todo momento revelar el estado donde se vacunó. La razón: no quiere “perjudicar” a quien lo ayudó y porque es una cuestión de derecho a la privacidad. Hernando De Soto pretende iniciar un posible gobierno con este misterio. Si lo llegará a decir, no será una gran revelación, pero atenta contra su ética. Porque solo al tener contactos y dinero, recibió este privilegio, mientras que peruanos, su electorado, luchaban contra el virus y los estadounidenses esperaban ser vacunados.
En otra entrevista, De Soto dijo a Jaime Bayly que la compra de las vacunas recaería en el sector privado en un eventual gobierno suyo. Las redes sociales estallaron con posturas en contra y a favor. Tras esta polémica, el candidato intentó arreglar sus palabras y aseguró que la vacuna será gratuita para quienes no puedan pagarla. Ahora, la duda es cómo su gobierno decidirá quien si y quien no puede pagar una vacuna.
Su incapacidad para dirigir este país lo mostró al inicio de su campaña, en el debate, citando al terrorista Abimael Guzmán, y se evidencia más en esta recta final. Es el otro candidato de los fujimoristas. Es un vanidoso. Se jacta de ser un blanquiñoso frente a la diversidad racial de los peruanos. Habla cosas sin sentido. La política aguanta todo, pero el electorado no.