El congresista Alberto de Belaunde es uno de los defensores más visibles de la Constitución de la dictadura de Fujimori, Montesinos y Keiko. En esto se parece al keikista Hernando de Soto, quien pronto renunciará a su candidatura presidencial para terminar como asesor del que va primero. Es su estilo.
Pero sigamos con De Belaunde. Este abogado de erres maltratadas siempre quiere quedar bien en la televisión hablando del cuidado de los animales (y está muy bien); hablando del derecho de los homosexuales a casarse (y está muy bien también); hablando de la igualdad ante la ley (y está muy bien). Pero esta recontra mal que haya votado a favor de Ley Chlimper, que subsidia a agroexportadoras a costa de los trabajadores.
Esta ley es esclavista en el siglo XXI, está hecha a la medida de los miserables que quieren hacerse más ricos a costa de los trabajadores que ahora alzan su voz. Esta ley es de la línea de Keiko, sin duda.
¿No era liberal el abogado morado? ¿Los liberales no quieren que todos seamos iguales ante la ley? ¿Por qué votó De Belaunde por una norma hecha a la medida del padrino de Keiko?
Esta respuesta no la tiene De Belaunde sino los keikista Chlimper, Becerril y Olaechea. Todos estos defensores de la Constitución de fujimorato promovieron la Ley Chlimper, que De Belaunde apoyó.
Lo que pasa es que es abogado y se debe a sus clientes. No. Es congresista y se debe a sus electores. Espero que nadie más vuelva a votar por él y termine pidiéndole trabajo a Chlimper.