Este viernes ha amanecido con una infausta noticia: Keiko Fujimori puede, pronto, salir de la cárcel, donde acata 18 meses de prisión preventiva por ser presuntamente la lideresa de una organización criminal germinada dentro de Fuerza Popular.
La novedad la trae el semanario “Hildebrandt en sus Trece”. Explica que es muy probable que este miércoles 25 de setiembre el magistrado del Tribunal Constitucional (TC) Carlos Ramos sume a cuatro los votos a favor de la causa de Keiko.

El TC tiene siete miembros. Los otros tres que están dispuestos a sacar a Keiko de la cárcel son: Ernesto Blume, Augusto Ferrero y José Luis Sardón.
Solo Marianella Ledesma, Manuel Miranda y Eloy Espinosa-Saldaña votarían en contra de la excarcelación.
Todo depende del magistrado Carlos Ramos, quien fue amonestado el cuatro de junio de este año porque lo encontraron en un night club de Trujillo.
Él se defendió: “…Les pido mis más sentidas disculpas por lo ocurrido una reciente visita mía no oficial a la ciudad de Trujillo. Soy consciente de que ello puede haber afectado la investidura del Tribunal Constitucional. En verdad lo lamento”.
Agregó: “Que se tenga la certeza y garantía que como juez constitucional, a través de mis votos, como lo he hecho hasta hoy, preservaré el Estado de Derecho y la defensa de los derechos fundamentales”.
Carlos Ramos tiene las llaves de la cárcel. Veremos su actuación.
Fue Sachi Fujimori quien presentó el amparo a favor de su hermana y este trámite saltó todos los pasos burocráticos hasta llegar rápidamente al pleno del TC. Se presentó, tal como señala la revista, antes de que Keiko agotara todas las instancias del Poder Judicial.

“Por tanto, el expediente debió ser archivado de plano y sin contemplaciones”, señala la publicación. El viajero Blume, presidente del TC, es el hombre que limpió el camino para las intenciones de Keiko.
Keiko está en la clínica de Pueblo Libre. Salió del penal por presentar un cuadro de presión arterial alta. Ya antes le habían detectado triglicéridos algo elevados. En el centro médico favorito de su padre recién salió la versión de que puede tener alguna dolencia al corazón. Todo parece un teatro peruano-japonés.
Keiko está presa porque hay pruebas contundentes de que ha obstaculizado las investigaciones. Si está fuera, es probable que vuelva hacer de las suyas; pero la ciudadanía no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados.