Francisco Morales Bermúdez falleció hoy a los 100 años, tras una larga vida de traiciones y una serie de acciones que muchos consideran democráticas.
Gobernó con botas desde 1975 hasta 1980 en un país fracturado tanto como ahora, aunque con sus matices. Fue uno esos dictadores de América Latina que avanzaban sin importarles el llanto y la muerte que quedaban atrás.

A Morales Bermúdez lo apodaron el Felón porque, con una serie de artimañas, se trajo abajo lo que pensaba el general Juan Velasco Alvarado para el país y nos devolvió lo que se conoce como democracia con el mismo Fernando Belaunde Terry a la cabeza que Velasco había sacado a la fuerza el 3 de octubre de 1968.
Morales Bermúdez estaba implicado en el Plan Cóndor que consistía a sacar de mapa a los que pensaban distinto en un país de contradicciones e infortunios con dirigentes que pensaban y cobraban en inglés. Por este caso, la justicia italiana lo condenó a cadena perpetua.

Morales Bermúdez será velado en la iglesia San Felipe Apóstol, en San Isidro, adonde acudía de manera constante. Era un general creyente, un dictador, un hombre de mano dura. En realidad, no creía en nadie.