Febrero de 2025 cubrió Berlín con un manto de nieve y un frío mordiente, pero la Berlinale, el célebre festival de cine, inundó la ciudad de vitalidad, convirtiéndola en un crisol de arte y cultura. Con temperaturas bajo cero y calles resbaladizas por el hielo, la capital alemana desafía a sus visitantes.
Sin embargo, este invierno glacial no logró apagar el espíritu berlinés. Desde santuarios balineses hasta óperas vibrantes, instalaciones futuristas y museos que despiertan asombro, Berlín ofrece refugios cálidos y experiencias inolvidables.
Con la ayuda de VisitBerlin.de, la web oficial vinculada al ayuntamiento, descubrir estos tesoros es más fácil que nunca. Aquí van seis destinos imprescindibles que brillaron durante la Berlinale de 2025, demostrando que el frío no puede detener la magia.
Vabali Spa: El vapor místico que desafía la nieve

A solo 500 metros de la estación central, el Vabali Spa (10 saunas, 3 baños de vapor, 4 piscinas) sorprendió con su jardín nevado. Caminar en albornoz entre copos, con el hielo crujiendo bajo los pies y el vapor de las piscinas climatizadas alzándose como un velo místico, fue una experiencia sobrecogedora. Sus 12 salas de descanso, equipadas con camas de agua y chimeneas, ofrecieron una paz profunda, acentuada por los “viajes sonoros” con gongs. Abierto de 9:00 a 24:00, el spa organiza sesiones de 15 minutos guiadas por expertos en relajación, un bálsamo perfecto contra el frío berlinés.
Le nozze di Figaro: Pasión mozartiana bajo la nieve

La Staatsoper Unter den Linden acogió Le nozze di Figaro de Mozart en una producción de Jürgen Flimm que dejó al público sin aliento. Ambientada en una villa veraniega, la ópera creó un contraste irónico con la nieve que cubría Berlín, haciendo que el “día loco” de Mozart resonara con fuerza en el invierno gélido. Salir al frío con la obertura aún vibrando en la mente fue un recordatorio de cómo el arte calienta el alma. Este teatro, devastado por bombardeos en 1941 y 1945, renació bajo Hitler en 1942 y como Deutsche Staatsoper en Berlín Este en 1955. Tras la reunificación de 1990 y una renovación culminada en 2017, hoy forma parte de un trío operístico único en Europa junto a la Deutsche Oper y la Komische Oper.
Dark Matter: Una danza de luz en la oscuridad

En un rincón industrial de Lichtenberg, Dark Matter ofreció un escape futurista. Su pieza estrella, GRID, una escultura colosal de luz y movimiento, flotaba como una nave alienígena, transformándose entre un tapiz etéreo y una nube crepitante. Con el sonido 3D de HOLOPLOT y las 169 esferas de INVERSE danzando como pájaros en un cielo oscuro, la experiencia fue sinestésica y estremecedora. Mientras el viento cortaba afuera, las proyecciones de LIQUID SKY convirtieron la sala en un cielo líquido infinito, un refugio cálido que desafió el invierno con la genialidad de Christopher Bauder.
Lulu Guldsmeden Hotel: Un oasis verde en el caos del festival

En plena efervescencia de la Berlinale, el Lulu Guldsmeden Hotel, en Potsdamer Straße, se alzó como un santuario ecológico. Un columpio colgando del techo en una suite rompió la sobriedad invernal, evocando una alegría infantil. Las paredes de madera certificada FSC y las lámparas colgantes crearon una calidez que contrastaba con la nieve en las ventanas, mientras el restaurante Lu Liba sirvió un wok orgánico tan reconfortante como un abrazo. Nick Zilinski, el gerente, compartió su visión “verde” con pasión, demostrando que la sostenibilidad puede ser lujosa y acogedora incluso en un evento tan intenso.
Pergamon Panorama: Un altar resucitado bajo el hielo

Frente al Bode-Museum, el Pergamon Panorama de Yadegar Asisi transportó a los visitantes al pasado. Su panorama de 360° revivió la terraza del Altar de Pérgamo con estatuas de mármol iluminadas por una luz cambiante que simulaba el sol y la luna sobre Bergama en 129 d.C. El rugido lejano de la ciudad helenística resonó en los sentidos, haciendo olvidar el frío berlinés. Los relieves rescatados por Carl Humann en 1878, expuestos con precisión mágica, convirtieron este espacio temporal en un refugio cálido donde la historia desafió el invierno.
This Will Not End Well: La crudeza ardiente de Nan Goldin

En la Neue Nationalgalerie, la retrospectiva This Will Not End Well de Nan Goldin (23 de noviembre de 2024 – 6 de abril de 2025) golpeó con fuerza. Memory Lost, proyectado en un edificio diseñado por Hala Wardé, sumergió a los visitantes en la abstinencia de drogas con rostros desencajados y un sonido opresivo. Frente a la nieve que azotaba las ventanas, The Ballad of Sexual Dependency desplegó fiestas salvajes y autorretratos brutales como Nan One Month After Being Battered, cortando el aliento con su ternura cruda. En un Berlín helado, esta exposición fue un refugio emocional que desafió el frío con su verdad implacable.
Berlín invernal: Un mosaico de refugios cálidos
La Berlinale de 2025 convirtió Berlín en un escenario global, y el invierno no pudo apagar su fuego. El Vabali Spa desafió la nieve con su vapor místico, Le nozze di Figaro calentó el alma con Mozart, y Dark Matter iluminó la oscuridad con innovación. El Lulu Guldsmeden envolvió en calidez ecológica, el Pergamon Panorama resucitó la antigüedad bajo el hielo, y Nan Goldin golpeó con su intensidad emocional.
En un Berlín glacial, estos destinos probaron que el frío es solo un telón de fondo para experiencias ardientes e inolvidables.