Los estibadores y carretilleros del Mercado Mayorista de Santa Anita realizan hoy el segundo día de un paro preventivo de 48 debido al incumplimiento de las normas que establecen el peso máximo de carga, así como el horario laboral.
La Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo señala que el peso máximo de carga es de 50 kilos; sin embargo, hay sacos que sobrepasan los 100 kilos.
El reglamento interno del mercado indica que el horario laboral es de 2 de la tarde a 2 de la mañana para estibadores y de 2 de la mañana 12 de la noche para carretilleros; no obstante, esto no se cumple porque la administración permite el ingreso de camiones en cualquier horario.
De igual manera, la Empresa Municipal de Mercados (EMMSA ) permite que personas ajenas a las organizaciones autorizadas para tal fin realicen trabajos de estiba y transporte manual, vulnerando el reglamento que expresamente establece que estas labores solo pueden ser ejecutadas por los miembros de los sindicatos reconocidos, generándose una situación de desorden e informalidad al interior de este centro de abastos.
La protesta de ayer fue pacífica, pero enérgica y hoy lo trabajadores seguirán en pie de lucha exigiendo que se cumplan requerimientos.
SON JUSTOS LOS RECLAMOS
La paralización de los estibadores y carretilleros es justa. EMMSA pudo solucionar varios de los reclamos, solo tenían que hacer respetar las normas vigentes.
Dentro de sus reclamos están el cumplimiento del peso máximo de carga (50 kilos), el respeto al horario para ingreso de camiones, la construcción de los locales sindicales y que no se permita el ingreso de otras personas para realizar las labores de estiba y transporte manual.
Todo esto ya lo habíamos señalado en sesiones de Concejo; lo único que debió hacer la administración Castañeda es hacer cumplir la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo y el reglamento interno de este centro de abastos.
Sin embargo, prefieren ceder ante las presiones de algunos regidores del APRA quienes abogaban por que se permitan trabajar a gente sin vínculo con los sindicatos reconocidos; siguiendo un poco la lógica de lo que hicieron con el gremio de Construcción Civil, donde tuvieron que recurrir a generar organizaciones paralelas.