El presidente Francisco Sagasti dijo que realizaría una gestión "de transición y de emergencia" hasta julio de 2021. Sin embargo, y a poco más de un mes de aceptar este reto con límites autoimpuestos, el Gobierno de turno tuvo que encarar una serie de reclamos de parte de la ciudadanía en distintas materias.
El paro agrario fue quizá, hasta ahora, uno de los conflictos sociales de mayor gravedad en lo que lleva Sagasti usando la banda presidencial. La muerte de Jorge Muñoz Jiménez, un joven trabajador de este rubro, encrespó la hipocresía de una supuestamente indignada oposición e hizo actuar rápidamente a las autoridades para que no corriera más sangre.
Fue así como se aprobó con 114 votos a favor la derogatoria de la Ley de Promoción Agraria. El presidente consideró legítimos los reclamos de los manifestantes y acusó a las agroexportadoras de someterlos a "situaciones injustas e insostenibles".
Lo que se le olvidó al Gobierno ‘morado’ fue mencionar que la extensión por diez años de la ‘Ley Chlimper’ había sido avalada por dos congresistas que hoy integran el oficialismo, Alberto de Belaunde y Gino Costa.
Lo vivido en Cusco en las últimas semanas puso en jaque la paulatina reactivación turística que se efectuaba en la región sureña. Los reclamos de los ciudadanos contra las empresas PeruRail e IncaRail forzaron el cierre de Machu Picchu, el destino turístico más visitado del país. Los promotores de este paro solicitan que se reajustara el precio del pasaje para turistas nacionales y que también se les ampliaran las frecuencias de viajes.
Machu Picchu reabrió sus puertas gracias a la tregua que los huelguistas le concedieron a las empresas involucradas en el conflicto. Mientras tanto, el gerente de PeruRail, Alberto Gálvez, acusó a los promotores de las manifestaciones de perseguir intereses políticos, aunque no dijera claramente cuáles. En ese breve lapso podrían surgir nuevas propuestas de parte de ellos, ya que los ciudadanos en pie de huelga desestimaron las anteriores que se hicieron.
En cuanto al sector minero, la tensión en Las Bambas se volvió a encender a inicios del mes navideño. Previamente, los comuneros del distrito de Challhuahuacho, solicitaron mediante un paro preventivo que MMG Las Bambas empiece a pagar el canon minero a partir del 2021 y que también se cumpla con priorizar el desarrollo social y económico de la comunidad.
Pese a que los reclamos fueran aparentemente calmados por el Gobierno, la polémica no abandonó a la minera ‘Las Bambas’. Un informe del portal Wayka aborda uno de los más recientes reclamos de los ciudadanos del distrito de Ccapacmarca en la provincia de Chumbivilcas, Cusco.
Es así como los dirigentes de las comunidades de Sayhua, Cancahuani, Huninquiri, Idiopa Ñaupa Japo Urinsaya, Ccapacmarca y Tinturca Lacaya exigen que los camiones provenientes de ‘Las Bambas’ ya no transiten más en los caminos comunales porque aducen que estos generan contaminación ambiental y sonora. Asimismo, acusan al exministro de Transportes y Comunicaciones Edmer Trujillo de aprobar la circulación de estos vehículos sin siquiera consultar a la población de los lugares afectados.
Esta misma nota del portal antes citado también deja constancia de la huelga de los ciudadanos del distrito de Velille, quienes también protestan por motivos similares y por el incremento del presupuesto asignado para el aporte económico de las familias de la comunidad hasta en 5 millones de soles.
En Ayacucho también se viene acatando un paro de 72 horas en contra de las mineras ‘Lourdes’, Ares SAC y Apumayo SAC, según recoge el medio El Búho. Los ciudadanos de las provincias de Parinacochas, Lucanas y Páucar del Sara Sara denunciaron la contaminación con metales pesados de la represa de Ancascocha (Parinacochas) y de las cabeceras de cuenca Huanca Huanca, Paucar del Sara y del río Mirmaca.
En el pliego de reclamos de los manifestantes se incluye la declaración como zonas intangibles a las cabeceras de cuenca, la realización de un inventario y evaluación de manantiales para consumo humano y agrícola, y la evaluación de la salud de los habitantes de las tres provincias afectadas en este conflicto social.
A la fecha de publicada esta nota, los problemas antes mencionados siguen abiertos y con solución inconclusa. Francisco Sagasti era conocido en el Congreso por evocar un tono conciliador cada vez que se le cedía la palabra en nombre de su bancada, pero tendrá que afrontar el posible surgimiento de más protestas hasta que concluya su mandato. Es ahora donde sus intenciones dialogantes deberán ser puestas en práctica.