La Parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación, la principal sede del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) en el Perú, publicó un video en respuesta a la reciente disolución del grupo ordenada por el Papa Francisco.
En el mensaje protagonizado por distintos civiles, entre niños, jóvenes y adultos, la comunidad religiosa pidió seguir "rezando por nuestra familia espiritual", expresó su agradecimiento por los años compartidos y dijo que continuarán con su labor espiritual y social.
El video, difundido en redes sociales, destacó el "camino lleno de alegrías y dolores" que han recorrido y, en aparente alusión a los miembros del Sodalicio, señaló que han "conocido a Dios y a nuestra madre María gracias a ustedes".

La parroquia ubicada en La Molina aseguró que "este camino y nuestra experiencia como familia nadie nos lo quitará" y ratificó su disposición a seguir avanzando junto a sus fieles. "Cuenten con nosotros, contamos con ustedes", concluye el mensaje.
Este lunes, el Sodalicio de Vida Cristiana confirmó su disolución por orden del Papa Francisco, aunque indicó que la información tiene "absolutamente carácter reservado". La noticia fue adelantada el fin de semana por un portal vinculado al Vaticano, lo que llevó al SVC a emitir un comunicado desde Aparecida, Brasil, donde se desarrolla su Asamblea General.
En el pronunciamiento, el Sodalicio reafirmó su respeto y obediencia al Papa Francisco, quien ya había tomado medidas previas contra el grupo. En agosto de 2023, el Vaticano expulsó a su fundador, Luis Fernando Figari, y a otros 15 miembros por delitos de abuso sexual y psicológico.
La decisión papal llega tras años de denuncias y escándalos que involucraron al Sodalicio desde su fundación en 1971. En 2015, los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz publicaron el libro Mitad monjes, mitad soldados, en el que se describió un patrón sistemático de abuso contra menores y adultos.
En el libro, las víctimas relataron agresiones físicas extremas, humillaciones psicológicas y abuso sexual. Figari también fue acusado de prácticas sectarias y control autoritario sobre los miembros del grupo
Estas denuncias llevaron al Vaticano a intervenir la organización en 2018 y a realizar investigaciones profundas, las cuales condujeron a la disolución de la organización.