El Festival de Clermont-Ferrand (Francia del 31 enero al 8 febrero 2025) es un punto de encuentro para cineastas de todo el mundo, y este año ha sido testigo de la participación de directores con propuestas cinematográficas innovadoras y personales. Entre ellos, se encuentran Víctor Quintanilha, Håkon Anton Olavsen y Laha Mebow, quienes han llevado a la pantalla historias singulares con estéticas y narrativas muy distintas, pero unidas por la pasión por el cortometraje.
Víctor Quintanilha y la exploración de límites en "Jacaré"

Desde Río de Janeiro, Víctor Quintanilha presenta "Jacaré", su segundo cortometraje en la competencia internacional. "Soy de Río de Janeiro y acá en Clermont-Ferrand tengo un corto en la competencia internacional. De hecho, es mi segundo corto acá; el primero lo pasaron en 2021, pero no pude venir personalmente. Por dicha, ahora sí estoy aquí".
Su formación en cine comenzó en su ciudad natal, pero pronto encontró en Cuba un espacio de especialización. "Estudié cine en Río, pero aún no sabía qué quería de la vida. Me fui a la EICTV en San Antonio de los Baños y ahí estudié sonido para cine. Sentía la necesidad de aprender un oficio que me permitiera pagar las cuentas".
El protagonista de "Jacaré" es un joven de Río, un personaje atrapado por fronteras invisibles. "Uno puede vivir cerca de la playa, pero las condiciones de la vida no permiten el acceso. No es tan barato ir a la playa". La inspiración detrás de esta historia se arraiga en la literatura brasileña. "Está basada en un cuento de Machado de Assis sobre un pájaro que, en cada escenario, tiene una percepción distinta de la realidad. Eso me interesa: cómo nuestro mundo se expande o se reduce dependiendo de nuestras experiencias".
Håkon Anton Olavsen y la espontaneidad en "Perdón, llego tarde (pero he traído un coro)"

Desde Noruega, Håkon Anton Olavsen presenta una obra atípica, hecha con un presupuesto mínimo. "Este corto lo escribí junto con Suniva Fædre y lo dirigí y edité. Tuvimos un presupuesto de 4.000 euros, de los cuales casi 2.500 fueron para comprar la canción que suena en el corto".
El filme nació como un experimento dentro de un programa de mentoría. "No había una ambición de hacer una película impactante, sino explorar cómo grabar una escena donde los personajes interpretan música en vivo". Una de las decisiones más peculiares fue filmar con un iPhone 6. "Cuando lo propusimos en el laboratorio de desarrollo de ideas en Noruega, al principio pensaron que estábamos bromeando. Pero sentimos que encajaba perfectamente con el argumento".
La canción utilizada es "Hide and Seek" de Imogen Heap. "Intentamos encontrar otra más barata, pero al final volvimos a esta porque se ajustaba a la historia".
Laha Mebow y la identidad indígena en "Tayal Forest Club"

Laha Mebow, la primera directora indígena en Taiwán, presenta "Tayal Forest Club", un cortometraje nacido de una colaboración con la fundación Nia Tero. "En Taiwán no hay muchos directores indígenas. Siempre me he enfocado en largometrajes, este es mi primer cortometraje".
La historia se sitúa en la comunidad tayal y aborda la conexión con la naturaleza. "Nuestra identidad está muy ligada a la tierra. La historia surgió cuando me invitaron a un festival de cine indígena y pensé en los niños de mi comunidad: quería mostrar cómo se relacionan con la selva".
Un festival de diversidad
Cada uno de estos cineastas, desde distintos rincones del mundo, demuestra la diversidad de enfoques y narrativas presentes en Clermont-Ferrand. Para Quintanilha, el cine es un medio para romper barreras; para Olavsen, una plataforma de experimentación; para Mebow, una herramienta de representación cultural. Todos coinciden en algo: el cortometraje es un formato poderoso capaz de cruzar fronteras y conectar realidades distantes. "Hacer cine es un acto de resistencia y pasión", concluye Quintanilha. "Una vez que te atrapa, ya no hay vuelta atrás".