Con más clubes extranjeros en su historial que cualquier jugador peruano, Beto Da Silva suma una camiseta más a su colección. Se ha convertido en la nueva adquisición del club de fútbol de la Universidad César Vallejo tras ser cedido por Alianza Lima por un año. Fichado por el conjunto íntimo la temporada pasada, Da Silva pintó como la salvación del cuadro victoriano, pero no pasó de ser solo un calienta asientos de 22 mil dólares mensuales.
Aunque la decisión parecía el fin de los dolores de billetera y cabeza para Alianza Lima, en realidad solo se trataría de un error más de la directiva, pues durante todo el tiempo de la cesión de Beto, el cuadro victoriano y el conjunto “poeta” dividirán el pago del todavía joven jugador peruano.
Tras vestir la camiseta de 7 equipos diferentes y sin tener éxito en ninguno de ellos, Da Silva jugará para su tercer club en el torneo peruano, en busca de un repunte en su carrera. La última temporada, lo único que terminó repuntando fue su vida amorosa y su popularidad en la farándula local.
Pero, a pesar de cuatro años de fracasos, fuera y dentro de tierras incaicas, hay algo que todo jugador peruano le puede envidiar a Da Silva y ese algo es su representante José Hanan, pues a pesar de que el joven jugador peruano-brasileño, no ha brillado en ningún club por el qué pasó, no le ha sido imposible conseguir nuevos contratos.
Da Silva vistió las camisetas del PSV Eindhoven, Gremio, Argentinos Juniors, Tigres UANL, Lobos BUAP, Deportivo La Curuña y Alianza Lima, pero en ninguno logró la adaptación, y aunque uno que otro equipo le dio la oportunidad de ser titular, en algunas ocasiones, Beto no pasó de ser más que un jugador para rellenar plantilla.
La contratación más llamativa que llegó a tener Beto, fue cuando lo traspasaron al Deportivo La Curuña de España. Días después de ser presentado, el director técnico del equipo salió a dar una conferencia de prensa, pero cuando se le consultó sobre las expectativas que tenía por el jugador peruano, este aseguró no conocerlo.
En la Selección Peruana también tuvo su oportunidad, pero su paso fue discreto e incluso insignificante, pues no contribuyó con el crecimiento del conjunto bicolor. Algunos hinchas hasta se preguntan cómo llegó a ser convocado, si uno de los principales requisitos es la continuidad.
Da Silva llegó al Perú en la segunda parte del torneo nacional, esperando ayudar a salvar a Alianza Lima, que en ese entonces recién empezaba a caer en picada, pero lo único que terminó logrando es dar más peso al club para que caiga más rápido. Con apenas unos minutos en la cancha, Beto demostró que su talento ya se esfumó.
Con 24 años, el joven futbolista acaba de ser cedido a César Vallejo, pues con el descenso de Alianza Lima sus intereses no parecen congeniar con los del cuadro íntimo. Quizá Beto logre mejorar su rendimiento en el conjunto “poeta”, y esperemos sea así, porque a este paso se le ve más cerca de Esto es Guerra que con un futuro futbolístico.