Encontrar una academia de fútbol femenino en estos tiempos es como encontrar una academia de vóley para niñas y adolescentes. Hay por montones. Unos de peso, con historia y prestigio y otras que son nuevas en este camino deportivo. Encontrar, sin embargo, un grupo numeroso de niñas jugando el deporte rey o compitiendo es difícil, ya sea por el temor de sus padres al bicho asesino o por los prejuicios que aún persisten en nuestra sociedad.
Las academias de fútbol se crearon para formar solo a varones. Con el tiempo, las mujeres empezaron a ganar mayor presencia en las canchas. Pasaron de ser solo espectadores a ser las protagonistas del juego. Por esta razón, muchas academias decidieron alejarse de la idea que “el fútbol es solo para los hombres”. Incluyeron a las mujeres en sus programas de entrenamiento.
A casi dos años desde que inicio la pandemia, los más pequeños de la casa vuelven a las canchas para disfrutar de una temporada de verano. Niños y niñas, vacunados y con las energías al tope, vienen entrenando de lunes a viernes para competir en los torneos.
Una de las academias, donde entrenan estos pequeños, se llamaba antes Los Tiburones, pero desde el 2019, gracias a un convenio con los directivos de la franja roja, la academia lleva por nombre “Club Deportivo Municipal – Lima Norte”. Tiene cuatro sedes: Independencia, Comas, Callao y Trapiche. Los padres, desde las tribunas, acompañan a sus hijos con la seguridad de que el bicho no puede afectarlos porque tienen una o dos dosis de la vacuna contra el coronavirus.
La presencia de niños es mayor al de las niñas. Solo en su sede de Independencia tiene dos grupos de fútbol femenino, una de pequeñas y otras de grandes. Niñas, desde los seis años, entrenan en una cancha de gras sintético, dispuestas a aprender y mostrar lo mejor de su talento. En las sedes de Callao y Comas también hay niñas que juegan al fútbol, pero tiene una y dos integrantes, respectivamente, y entrenan junto a los varones.
En tiempos de la normalidad, la cifra de niñas y adolescentes que juegan el fútbol era casi el triple, más aún en su sede principal de Independencia. En el reinicio de las escuelas de fútbol, en setiembre del 2021, la cantidad de niñas empezó de cero a tres, luego se sumaban más pequeñas para aprender a llevar el balón.
Desde entonces y ahora con la campaña de vacunación de niños de 5 a 11 años, las niñas acuden a las canchas con menor temor al virus para realizar trabajo de coordinación, velocidad, fuerza y agilidad, y poder competir con otras academias.
En los campeonatos, la convocatoria para fútbol femenino de menores es baja y casi nula. No hay equipos. Las pequeñas, con el apoyo de sus padres, asisten a torneos, pero se enfrentan muchas veces a equipos de varones. No tienen la posibilidad de competir contra niñas de su edad y se exponen a recibir malos comentarios del rival por su condición de ser niña, afectando, además, su proceso de formación como deportista.
“¿Cómo te puede ganar una niña?”, es uno de los cuestionamientos que suele escucharse en los partidos, donde incluyen a las niñas en un grupo de varones. El panorama cambia, sin embargo, si tenemos torneos de mayores, donde no hay estos comentarios y un poco más de apoyo porque juegan mujeres contra mujeres. El fútbol femenino de mayores tiene un gran auge en nuestro país.
La primera edición de la Liga Femenina, organizada por la Federación Peruana de Fútbol (FPF), se realizó en mayo del 2021. Trece equipos participaron en este torneo. Alianza Lima levantó la copa y se coronó campeón con el gol de Neidy Romero en el minuto 12 del primer tiempo. Las Íntimas se enfrentaron a Universitario en el Estadio San Marcos, el 4 de setiembre pasado y esperan repetir el título en la Liga 1, el cual empezará en marzo de este año.
Las niñas del Club Deportivo Municipal – Lima Norte y también de otras academias esperan algún día competir en torneos grandes como la Liga 1. Por ahora, no hay campeonatos formativos de fútbol femenino de menores en donde puedan participar, de acuerdo con su categoría. Se necesita mayor apoyo de la familia, de los padres, para que puedan acompañar a sus niñas en los torneos y matricularlas en las academias de fútbol. Se necesita apoyo también de las autoridades para que aseguren no solo el retorno de los colegios, sino también para que estas escuelas puedan brindar clases sin el temor a que pueda convertirse en un foco de contagio, a pesar de ser un lugar abierto.
Las niñas, los niños necesitan del deporte para aliviar su salud física y mental. Los estereotipos ni la pandemia pueden impedir que nuestras futuras futbolistas detengan su proceso de formación porque el fútbol es una disciplina que exige práctica desde la infancia.
