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Este artículo es de hace 2 años

Octavos de final: La apuesta segura

Los equipos favoritos clasificaron a cuartos de final imponiendo su jerarquía. Se marcaron 28 goles en ocho partidos, con un promedio de dos tarjetas amarillas por partido.
Javier García Wong Kit

La lógica hace su aparición en los octavos de final del Mundial de Catar 2022, dándole el triunfo a los equipos de mayor jerarquía que desde la primera fase ya mostraban de lo que eran capaces: cinco de los ocho han anotado más de tres goles y dos vencieron en penales (Croacia y Marruecos, ambos solo habían recibido un tanto en la fase de grupos para pasar a cuartos de final donde se enfrentarán a las delanteras más efectivas del último partido: Brasil y Portugal).

Como se preveía, selecciones indiscutibles como Francia e Inglaterra sortearon a sus rivales sin dificultades, y ahora deberán enfrentarse en un partido sin pronóstico. La magia de Kylian Mbappé es lo único que parece seguro en un equipo que ha hallado balance en la rotación de jugadores, dejando brillar en defensa por momentos a Dayot Upamecano y por otros a Jules Koundé (ambos deberían ser titulares para frenar las arremetidas de Bukayo Saka y Phil Foden, aunque el más temido debería ser Jude Bellingham, en el top 5 de los mejores del mundial).

Las llaves iniciarán con el Países Bajos contra Argentina, dos estilos de juego similares en ciertos matices, pero que han tenido resultados muy distintos en el campo de juego. Los rivales también han dejado pasar la oportunidad para exigir más al mediocampo neerlandés (prolijo aunque pudo recibir más goles de Estados Unidos), mientras que los albicelestes parecen hechos de cristal: relucientes en algunas jugadas, fáciles de quebrar al medio, pero sólidos por el brillo de Lionel Messi y el empeño de Julián Álvarez.

Al frente tendrán la potencia de Denzel Dumfries y la sobriedad de Virgil van Dijk. Arriba, el equipo naranja es irregular, como se asoma la escuadra croata que la tendrá muy difícil ante una Brasil entonada, que le ha sumado al ‘jogo bonito’ la clase de Lucas Paquetá, la fortaleza de Richarlison y la eficiencia de Tiago Silva, quienes hacen difícil decidir si Brasil es mejor defendiendo que atacando. Si el mérito de Croacia estuvo en las bandas (además del gran nivel de Joško Gvardiol), el viernes van a tener mucho trabajo.

La cuarta llave parece la más abierta: Marruecos posee un indesmayable equipo en el que vienen destacando Noussair Mazraoui, Achraf Hakimi y Sofyan Amrabat (arriba tienen menos pergaminos) y Portugal cuenta con lo necesario para ser la sensación de este mundial, con jugadores habilidosos (Bruno Fernandes y Bernardo Silva) y obreros como Rúben Dias y Pepe, además de definidores que están haciendo olvidar al propio Cristiano Ronaldo. Si no están finos frente al arco, la sombra de Yassine Bounou los puede opacar. En cuartos de final no hay apuesta segura, pero es muy probable que se repita una final mundial (Francia-Brasil) y una revancha americana (Argentina-Brasil).

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