El bloque oficialista socialdemócrata y la alianza de centroderecha empataron en las elecciones suecas, en la que el grupo ultraderechista Demócratas de Suecia se convirtió en una decisiva tercera fuerza.
El oficialismo obtendría el 40,6 % de los votos frente al 40,3 % de la alianza, cifra que les otorgaría 143 escaños a cada uno. La ultraderecha obtendría 63, según las proyecciones de la autoridad electoral. El Partido Socialdemócrata del primer ministro, Stefan Löfven, ganó las elecciones con el 28,3%, seguido por el Partido Moderado, con el 19, 8 % y Demócratas de Suecia (SD), con el 17,6 %. Cuarto sería el Partido de Centro, con el 8,6 %, seguido por el Partido de Izquierda, con el 7,9 %.
El bloque gubernamental retrocedió tres puntos porcentuales con respecto a los anteriores comicios de 2014, mientras que la Alianza ganó nueve décimas.
Si se mantiene el resultado provisional, tanto socialdemócratas como conservadores -los dos grandes partidos- obtendrían unas cifras muy negativas: para los primeros, serían las peores de su historia; para los otros, las más bajas desde 2002.
El SD se quedaría lejos de las cifras que le daban los sondeos desde el pasado verano, cuando superaba incluso a los conservadores como segunda fuerza.