La ministra de cultura israelí, Miri Regev, criticó la exhibición de banderas palestinas durante la final del concurso musical Eurovisión en Tel Aviv el sábado por la noche, incluida una de las bailarinas de Madonna.
"Fue un error", dijo Regev, la ministra de derecha conocida por sus posturas provocativas a periodistas, antes de una reunión de gabinete el domingo. "La política y un evento cultural no deben mezclarse, con el debido respeto a Madonna", agregó.
Regev criticó a la emisora pública israelí Kan por no impedir que se mostraran las banderas, aunque no estaba claro qué se podría haber hecho.
En el momento final de la actuación de Madonna, dos de sus bailarinas podían verse juntas con banderas israelíes y palestinas en la espalda. El gesto fue un aparente llamado a la unidad pero los organizadores de Eurovisión buscan mantener todos los gestos políticos fuera del evento y la exhibición de banderas palestinas dentro de Israel es profundamente controvertida.
Sin embargo, pese al revuelo generado, Madonna no ha comentado sobre las banderas.
Por otra parte, el grupo islandés Hatari exhibió chalinas con banderas palestinas cuando se anunciaron los resultados.
La Unión Europea de Radiodifusión, que organiza el evento, condenó ambos momentos y expresó que "este elemento de la actuación no fue parte de los ensayos. El concurso de Eurovisión es un evento no político y Madonna sabía eso".
Madonna se resistió a los llamamientos de activistas pro palestinos para boicotear el evento por la ocupación israelí del territorio palestino.
"Nunca dejaré de tocar música para adaptarla a la agenda política de alguien, ni dejaré de hablar en contra de las violaciones de los derechos humanos en cualquier parte del mundo", expresó la cantante estadounidense en un comunicado antes de la final.
Regev también criticó a Kan por no haber filmado a ninguno de los cantantes participantes en la ocupada Cisjordania. Cada cantante fue filmado en áreas escénicas de Israel como parte del video de presentación antes de cada performance.
Israel ocupó Cisjordania en la guerra de seis días de 1967 y sigue bajo ocupación hoy. Los asentamientos israelíes allí son vistos como ilegales según la ley internacional y se construyen en tierras que los palestinos ven como parte de su futuro estado.
Israel ganó el derecho a ser sede de Eurovisión gracias a la victoria del año pasado de la cantante israelí Netta Barzilai.
El holandés Duncan Laurence ganó la final de Eurovisión de este año con su poderosa balada Arcade.