Más de 500 personas murieron en los terremotos y el tsunami que asolaron la isla indonesia de Célebes, donde los hospitales colapsaron para atender a más de 500 personas heridas que llegaron en búsqueda de auxilio.
Según informaron medios locales, más de 500 personas murieron y centenares permanecen desaparecidas en Palu y la cercana villa de Donggala, una zona donde residen cerca de 600.000 habitantes.
Uno de los movimientos sísmicos alcanzó los 7,5 grados y fue seguido de muchas olas que llegaron a medir 3 metros de altura. El suceso se produjo en torno a las 6:00 de la tarde hora local.
La mayoría de víctimas se registraron en Palu, una ciudad de 350.000 habitantes en la costa oeste de Célebes, según el vocero oficial Sutopo Purwo Nugroho, que reclamó “personal, voluntarios y material especializado”.
“Pensamos que decenas o cientos (de víctimas) todavía no han sido encontradas entre los escombros”, alertó.
Y añadió: “El principal centro comercial de Palu se derrumbó. El hotel Rua-Rua se hundió, tenía 80 habitaciones y 76 estaban ocupadas”.
Las imágenes de Palu mostraban varios cuerpos sin vida cerca del mar, algunos de ellos recubiertos con lonas azules. Los coches destrozados diseminados por la zona reflejaban la violencia con que la ola golpeó la localidad.
Los centros de salud no se daban abasto con la llegada masiva de víctimas y numerosos heridos eran tratados en el exterior. Los habitantes transportaban como podían los cadáveres.
Komang Adi Sujendra, director del hospital estatal de Undata, en Palu, sostuvo: “Necesitamos toda la ayuda que sea posible. Hospitales de campaña, médicos, medicinas y mantas…”.
Se cortó la electricidad de forma parcial y el aeropuerto y rutas se cerraron durante 24 horas.