Una jueza de Argentina ha ordenado la liberación inmediata de los detenidos durante las protestas de este miércoles en los alrededores del Congreso por la mejora de las pensiones, una decisión que afecta hasta el momento a mÔs de un centenar de personas.
La jueza de lo Penal Karina Andrade ha tomado esta decisión porque "se encuentra en juego un derecho constitucional fundamental como es el derecho a la protesta y a la libertad de expresión", según recoge el escrito del que se ha hecho eco el diario 'PÔgina 12'.
"Sin perjuicio de no emitir opinión respecto de la aplicación del derecho de fondo, o a la investigación que podrĆ” continuar la FiscalĆa, la complejidad de derechos en juego para informar y determinar la existencia de una conducta penal impide la aplicación del trĆ”mite de flagrancia", ha explicado la magistrada.
En su resolución, Andrade ha defendido ademÔs que los jubilados, que han salido a las calles para reclamar una mejora de las pensiones, son parte de los "sectores mÔs vulnerables de nuestra Nación" y que estÔn "protegidos convencionalmente".
El dictamen contrasta con las declaraciones de la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, asegurando que "los mÔs de cien detenidos enfrentan penas de hasta 20 años de prisión" gracias a la "nueva ley antimafia". "Se terminó el tiempo de los aprietes, la extorsión y el negocio del miedo. Vamos a desmantelar estas estructuras delictivas. En Argentina manda la ley, no los barras, ni la izquierda", ha dicho a través de su perfil en la red social X.
La PolicĆa argentina ha detenido este miĆ©rcoles a mĆ”s de 120 manifestantes en el marco de unas violentas protestas en los alrededores del Congreso convocadas por los pensionistas al que se han sumado sindicatos, colectivos izquierdistas e hinchas de fĆŗtbol.
El Ministerio de Seguridad Nacional ha cifrado ademÔs en 26 los agentes heridos, uno de ellos por arma de fuego, y en 20 los manifestantes hospitalizados, incluido el fotoperiodista independiente Pablo Grillo, que estÔ en estado grave tras recibir en su cabeza el impacto de una de las granadas de gas lacrimógeno que las fuerzas de seguridad han disparado contra los manifestantes.
Las fuerzas de seguridad argentinas han lanzado balas de goma, gas pimienta y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, que han arrojado a su vez piedras y adoquines contra los antidisturbios. Las protestas han derivado en escenas violentas, con la quema de contenedores y barricadas en las calles de la capital, segĆŗn ha recogido el diario 'ClarĆn'.