Como todos los años, este 25 de octubre se celebra el Día de los Trabajadores en Construcción Civil. Es día no laborable para los trabajadores de la construcción civil, con goce de salario y sin que afecte el salario dominical, de acuerdo a la Ley 24324.
Este derecho nace en 1970, cuando en el local de la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú (FTCCP ), de La Victoria, se realizó el Congreso Constituyente de la Federación Latinoamericana de la Construcción, Madera y Materiales de la Construcción (FLEMACON ). Una de las importantes resoluciones de ese congreso incluyó la institución a nivel continental del día de todos los trabajadores de las ramas de la construcción y sus anexos. En el Perú, demoró 15 años de lucha para conseguirlo mediante dicha ley. Es una realidad continental y esperamos que en breve sea mundial.
Los trabajadores conmemoraremos tan importante logro en una ceremonia a realizarse este 24 de octubre, en nuestro local obrero de La Victoria, donde, en presencia de cientos de dirigentes sindicales e invitados políticos y de organizaciones del sector construcción, se firmará un convenio entre el Conafovicer y el Instituto Capeco para la capacitación de los trabajadores en construcción civil. En este día, los trabajadores del sector demandamos respeto a los derechos obtenidos por negociación colectiva por rama en construcción civil, mayor fiscalización en obras para denunciar la violación de estos derechos y voluntad política de las autoridades para cumplir y hacer cumplir la ley. Por falta de fiscalización, algunos malos empresarios no cumplen con la ley, por lo que trabajadores en distintas partes del Perú se ven afectados, y no solo en la construcción informal.
Es importante y necesario que las autoridades fiscalicen que se cumpla con todos los derechos de los trabajadores en este régimen especial en todo el país, para bajar la alta tasa de informalidad y reducir el abuso que sufren los trabajadores de este sector que es altamente vulnerable. En todo el sector en general, la informalidad supera el 70%, esto por falta de fiscalización y la mala cultura empresarial que se rehúsa a cumplir con sus obligaciones sociolaborales, lo que genera abusos contra los trabajadores y competencia desleal entre las empresas. Esto debe acabar.