Mastodon

Europa: la fatiga y ¿el declive?

Algunas evidencias a la vista: El proceso político que hará cambiar Europa en el mediano plazo es el ascenso de los partidos de extrema derecha y derecha recalcitrante.
Lucas Lavado

El escenario geopolítico europeo ingresa al medio siglo XXI cuando se suceden desarrollos inéditos en Asia, las guerras en Ucrania y Medio Oriente sumado a los claro oscuros de la hegemonía de Norteamérica. El ascenso de populismos agresivos y carencia de iniciativas para consolidar la unidad política. Las crisis sociales en curso sugieren dosis de autonomía y eficiencia para encarar el futuro.  

No está mostrando unidad decisora frente a la guerra en Ucrania y frente al genocidio de Israel en Gasa y Líbano, limitándose a optar un papel secundario y sin vigor respecto del poder norteamericano. Después de un año cerca de la guerra se acentúan los análisis geopolíticos e históricos que sugieren cambios renovados en la explicación del nuevo escenario. 

El mundo observa con impaciencia la dependencia de Europa respecto del poderío norteamericano. La guerra en Ucrania está permitiendo al descubierto la fatiga de las añejas justificaciones geopolíticas que no convencen salvo los intereses del poder hegemónico. Una Europa desconcertada ve al frente desafíos desde las incesantes migraciones hasta las guerras comerciales y tecnológicas. 

La vieja Europa encandilada en sus mitos en la expresión del notable historiador Jacques Le Goff, que luego brilló por sus portentos como Tales, Platón, Aristóteles, Galileo, Marx, hace hoy sonoro silencio. Encapsulada en una narrativa casi sin sustancia sobre la carnicería de Israel y su afán expansionista. Con un desatado Netanyahu que Imagina el exterminio de poblaciones para imponer la paz duradera reñida con la razón que la humanidad entera comienza a repudiar. Y frente al que las mentes lúcidas que comienzan a ponerse en alerta ante tan inaudito experimento. 

La civilización y la cultura humana del último medio siglo se educó con la idea de que existen organismos internacionales que garantizan el equilibrio y la paz entre las naciones. El respeto del derecho internacional y humanitario y de sus organismos, cuando de repente las metrópolis y las aldeas despiertan para enterarse que Netanyahu le espeta un trato despectivo nada menos al secretario General de la ONU. Un vejamen de tal magnitud tendrá consecuencia sin duda, aunque los amos de la guerra en curso no lo crean. 

En las guerras más encarnizadas y cruentas existen límites que los contendientes no deberían traspasar y de cuya vigilancia están a cargo Los Cascos Azules de la ONU. Israel ha interferido una y otra vez la presencia de estos soldados que observan y apoyan la intervención humanitaria. Israel ha faltado gravemente al atacar estos puestos de vigilancia hiriendo gravemente a sus miembros. Violando clamorosamente el derecho internacional. 

El freno del ascendente estándar de vida europeo y de las innovaciones tecnológicas en auge es noticia. Alemania que venía siendo el motor de Europa tan cerca al superávit experimenta un menor crecimiento preocupante que merece detenido análisis. Francia cuyo liderazgo era notable en el debate y apuntalamiento de las ideas, deja notar el cansancio de los movimientos progresistas. Un período de problemas nuevos que el filósofo Jürgen Habermas ya lo insinuaba. 

Los problemas que confronta Europa como son el incremento de la población anciana, la falta de mano de obra en actividades labores menos remuneradas y el cambio climático ofrecen un panorama presente y un futuro lleno de preguntas sin respuesta. Se observa una creciente polarización que la sociología hace notar, está cambiando las conductas políticas de los partidos y los votantes haciéndolas cada vez más violentas. La pugnacidad creciente hace más difícil el diálogo racional y el derrotero hacia una sociedad libre y plural.

El proceso político que hará cambiar Europa en el mediano plazo es el ascenso de los partidos de extrema derecha y derecha recalcitrante. Se anunció con Pedro Sánchez, presidente de España, cuya reelección pendía de un llamamiento sin precedentes. En Francia los movimientos progresistas enfrentan un futuro que requiere un esfuerzo creativo y de gran convocatoria. En Alemania, motor europeo, se nota el declive cuyo avance va a depender de la voluntad de unidad más amplia de los partidos progresistas. Conviene aguzar la observación y el análisis acerca de lo que se viene.

Síguenos en Google News
Esta es una columna
El análisis y las expresiones vertidas son propias de su autor/a y no necesariamente reflejan el punto de vista de EL PERFIL
Avatar de Lucas Lavado
Colaborador de EL PERFIL
Profesor en Filosofía y Ciencias Sociales. Magíster en Docencia Universitaria y Doctor en Ciencias de la Educación. Ha editado más de 400 títulos.