Este artículo es de hace 5 años

¡Gracias, Colegio Militar Leoncio Prado!

50 años con disciplina, moralidad y trabajo por el Perú.

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El sábado 31 de agosto pasado desfilé ante la tribuna de honor celebrando los primeros 50 años de egresado, como integrante de la XXIV Promoción del Colegio Militar Leoncio Prado 1967/ 1969. Una promoción especial, en una coyuntura histórica única para nuestro país. El 3 de octubre de 1968, se dio partida de nacimiento al gobierno militar de Juan Velasco Alvarado que cambió las estructuras económicas y políticas del Perú. ¡De la crisis del poder oligárquico se pasó al gobierno de los militares que se agotó en 1980!

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Con emoción, alegría, satisfacción y un poco de nostalgia, trataba de recordar el tiempo vivido como estudiante interno, cuando éramos muchachos de quince años en promedio, provenientes de todas las provincias del país, de “todas las sangres” y de los distintos barrios de la caótica Lima. De Barrios Altos pasando por Miraflores, la rica Vicky, Surquillo y el siempre respetado Callao.

Como un suspiro han pasado cinco décadas desde que dejamos sus aulas, reconocidos y agradecidos por la formación de los grandes maestros civiles y militares más los valores inculcados.

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En lo personal como egresado del Colegio Militar Leoncio Prado (CMLP) miembro de la XXIV y de la octava sección, la sección distinguida  que mantuvo siempre el gallardete por sus mejores notas, debo reconocer las deudas, los pasivos, que tengo con el colegio militar, que recibía estudiantes a partir del tercero de media, y de los cuales de sus promociones han egresado destacados profesionales, militares, policías, empresarios, deportistas, intelectuales, diplomáticos, políticos al servicio del país. 

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La lista sería larga de enumerar, pero debo mencionar que tres promocionales miembros del Ejército en su rango de coroneles ocuparon dignamente en su momento la dirección del colegio militar, tales como Rafael Hoyos, Rubén Valle y Richard Pitot en los años 90 del siglo pasado y comienzos del nuevo siglo XXI, cuando la crisis educativa se había agudizado en nuestro país, y el colegio todavía mantenía su calidad educativa. 

Docentes de lujo

Como docente e investigador universitario rescato en primer lugar la formación recibida de nuestros grandes profesores, pues realmente la mayoría de ellos tenía libros publicados en la reconocida imprenta del colegio militar. Eran textos de educación secundaria que eran distribuidos obligatoriamente a nivel nacional por el Ministerio de Educación.

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Por ello, muchos de nuestros profesores del tercer, cuarto y quinto año, no solamente eran autores de textos escolares por los cuales eran reconocidos por los derechos de escritor, sino que también eran docentes universitarios en San Marcos, La Católica y la UNI. ¡Por tanto se podría decir, que estudiar en el CMLP era todo un privilegio, al margen de los jueves con mejoramiento de rancho!

Como no recordar a profesores como Herman Buse de la Guerra, hombre sabio, historiador, geógrafo, profesor universitario, periodista reconocido, que inculcaba y estimulaba a sus alumnos el amor por la historia y en especial por la historia del Perú.

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Tener a profesores como Santillán Arista en los cursos de castellano, Flavio Vega Villanueva en matemáticas, Sara Lafosse en química, Morote en física, y tantos otros que mi memoria olvida sus nombres, pero no sus enseñanzas.

Un lugar aparte lo tiene el director del Colegio en ese entonces, coronel Alberto Sierralta Morote, ayacuchano de origen, con un gran sentido del deber, exigente y al mismo tiempo hombre sabio; como máxima autoridad, con los señores oficiales y suboficiales eran responsables de la formación militar, maniobras, y la disciplina durante las 24 horas, en los primeros años de nuestra estadía como cadetes internos.

En el reino animal

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Como testimonio personal debo recordar que antes de ingresar el 17 de Abril de 1967, habíamos pasado por un riguroso examen de admisión, donde la prueba se tomaba en lo que sigue siendo el comedor del colegio, pues conjuntamente con el pabellón de la administración central, son las únicas construcciones que sobreviven en los más de 75 años que tiene fundado el colegio, pues con el cuento de los colegios emblemáticos del segundo gobierno de Alan García Pérez, se derrumbaron las vejas cuadras y los salones de estudio. ¡Ahora realmente el colegio es otro!

Fuimos en 1967 un promedio de 450 ingresantes que adquirimos la condición de humildes “perros” a partir de esa fecha, para asumir la condición de decentes “chivos” en el cuarto año, y adquirir la condición de respetable “vaca sagrada” en el quinto año.

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Así, el lunes 17 de abril en la mañana con nuestros utensilios más elementales nos dirigimos al CMLP acompañados por nuestros padres y familiares, pues estaríamos internados hasta el Día de la Madre, que se celebra el segundo domingo del mes de mayo.

Por tanto, los días de internamiento fueron utilizados para cambiar nuestra situación de jóvenes pelucones de la nueva ola, aficionados a los Beatles, Rolling Stones, Iracundos, Saicos a la estricta vida militar.  

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¡Cuádrese Cadete! ¡Angulo recto carajo! ¡Saca pecho! ¡Paso ligero! ¡Uno, dos, tres! ¡20 planchas jijunas! ¡Los tres últimos están castigados! Fueron parte de los nuevos códigos.

En verdad, para un muchacho de 15 o 16 años la vida de internado en un colegio militarizado tiene una fundamental importancia pues resulta una experiencia que te marca la vida para siempre.

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En especial en el primer año, donde prácticamente sobreviven los más fuertes ante una serie de experiencias, golpes en el pecho, ranas, ángulos rectos, insulsas marchas y contramarchas, en fin prácticas de la vida militar donde los cadetes de quinto y cuarto año, se desquitaban a su vez de los excesos heredados del pasado; acciones todas propias de la vida militar bajo el supuesto de la formación del carácter.

¿Cómo olvidar el bautizo al que fuimos sometidos? Me acuerdo de que en las primeras semanas, después de almorzar, salían prioritariamente los cadetes de quinto año, luego los de cuarto y por último nosotros, los “humildes perros”.

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Cuando veo en TV. Discover Mundo Salvaje en África, cuando los leones cazan a las manadas de cebras, o antílopes, así también éramos nosotros cazados por los cadetes de cuarto o quinto año. Por ello si no querías tender camas, lustrar botines, encerar pisos entre otras actividades, teníamos que correr a la mayor velocidad posible, como en las sabanas africanas. 

1967, una fecha memorable

Este fue un año interesante, a nivel del futbolístico el equipo de Universitario de Deportes fue campeón del fútbol peruano, se ganó a los encopetados equipos argentinos, y Lucho Cruzado de Barrios Altos, fue reconocido como el mejor jugador del campeonato peruano.

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A nivel político el gobierno del arquitecto Fernando Belaúnde Terry se debatía en una grave crisis de gobernabilidad, con altos niveles de corrupción con una fuerte oposición a nivel parlamentario, pues la alianza APRA/UNO del general Odría que tenía la mayoría congresal interpelaba ministros a diestra y siniestra. ¡Ahora la alianza Aprofujimorista le hace la vida imposible al gobierno de Vizcarra!

Es más, al año siguiente se interpelaría a un Gabinete que solamente duraría 24 horas pues tal era la crisis política oligárquica que los militares con el general Juan Velasco Alvarado se vieron obligados a establecer el Golpe Militar del 3 de octubre del 1968 ante el escándalo de la Página Once, por el asunto de la Brea y Pariñas con la IPC.

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A la crisis política se sumaba la crisis económica con las primeras devaluaciones del sol frente al dólar con el incremento de los precios que afectaban a las clases medias en especial a los profesores, a los trabajadores bancarios, y trabajadores sindicalizados.

A nivel internacional se agudizaba el conflicto del Medio Oriente  que llegaría a su clímax entre el 5 al 11 de junio de 1967 con la Guerra de los 6 días entre Israel y los países árabes; y el general De Gaulle presidente de Francia exigía a los Estados Unidos el cumplimiento de la libre convertibilidad del oro pues se asumía que una onza de oro era igual a 33 dólares americanos, como lo establecía el acuerdo de Bretton Woods de 1944. 

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Estados Unidos de Norteamérica con el monopolio en la emisión de dólares, y la política imperial a nivel del mundo occidental socializaba su deuda comercial y de pagos con mayores emisiones de billetes dolarizados, es decir trasladaba su crisis e ineficiencia a los países occidentales, y la Francia De Gaulle dudaba del valor del dólar, que era simplemente un papel.

Destacados egresados

Seguramente a nivel intelectual el nombre de Mario Vargas Llosa (MVLL) sea el más conocido, pues es el único galardonado con un premio Nobel en el país, y cuyo libro “La Ciudad y los Perros” como novela tiene datos y experiencias de la realidad y la imaginación donde reproduce hechos, personajes, circunstancias inspiradas en la vida cotidiana del colegio. ¡Desde el poeta a pichula Cuéllar, pasando por la pies dorados!

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Es más, Varga Llosa en su libro “El Pez en el Agua” que tiene como subtítulo Memorias, texto que todo peruano debe leer, le dedica todo un capítulo a su experiencia leonciopradina, en una especie de balance y liquidación reconoce la importancia de su paso por las aulas del CMLP. 

Es más, afirma que le debe al colegio militar su formación de escritor. Así, escribe: “Entre 1950 y 1951, encerrado entre rejas corroídas por la humedad de La Perla, en esos días y noches grises, de tristísima neblina, leí y escribí como no lo había hecho nunca antes y empecé a ser (aunque entonces no lo supiera) un escritor (…) Además, debo al Leoncio Prado haber descubierto lo que era el país donde había nacido: una sociedad muy distinta de aquella, pequeñita, delimitada por las fronteras de la clase media, en la que hasta entonces viví. El Leoncio Prado era una de las pocas instituciones- acaso la única- que reproducía en pequeño la diversidad étnica y regional peruana” Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa VII Promoción del CMLP

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Sin embargo, Vargas Llosa no es el único. A nivel intelectual debo destacar a otros intelectuales egresados del CMLP tales como Manuel Scorza Torres autor de “Redoble por Rancas” y “Garabombo el Invisible” donde destaca la necesidad de los movimientos campesinos y la recuperación de tierras.

También se formó en sus aulas el Ing. Carlos Malpica Silva Santisteban autor de los libros sobre el poder económico y político, siendo su libro emblemático “Los Dueños del Perú”; también se educaron tantos otros como Herbert Morote Rebolledo, César Hildebrandt reconocido e irreverente periodista que denuncia la corrupción y los abusos del poder; literatos como Isaac Goldemberg Bay, Carlos Garayar, y la lista sería mayor, etc. 

Todos somos balón de oro

La Asociación de la Promoción XXIV gracias a su junta directiva presidida por el reconocido médico Jesús Félix Ramírez ha organizado una serie de actos conmemorativos para celebrar este acontecimiento, que nos ha convertido a todos sus egresados en hermanos para siempre.

La convocatoria ha sido efectiva, pues han viajado de Estados Unidos de Norteamérica, México, Bolivia, y de diversas provincias del país para participar en los diversos eventos programados en esta fecha tan importante.

En especial como recuerdo imperecedero se está dejando una obra física a nuestro querido colegio militar, con la reinauguración del Museo “Coronel Leoncio Prado”. Museo, que a partir de ahora se incorpora al circuito turístico de los Museos de la Región Callao, agradeciendo al Museólogo Luis Repetto Málaga, compañero de la XXIV Promoción por su importante labor en la recuperación del Museo.

Han pasado 50 años y está en nuestras retinas cómo de civiles, jóvenes de los diversos barrios de Lima, de los diversos estratos sociales y con provincianos de todo el Perú, con estudiantes de Panamá, Venezuela y Bolivia nos convertimos en cadetes, donde la disciplina en nuestros actos, la moralidad en nuestras vidas, y el trabajo se convirtieron en los principios rectores de nuestras existencias.

Por todo ello DISCIPLINA, MORALIDAD, TRABAJO no son simples palabras. Son valores que nos han convertido en ciudadanos, en personas de bien, en amantes del Perú sobre todas las cosas, en soldados de la soberanía sobre nuestros recursos naturales y la defensa del Perú, asumiendo los principios de la seguridad integral para alcanzar el mayor bienestar a los ciudadanos. 

Como leonciopradinos hemos sido formados con una serie de valores, con el  desprendimiento y sacrificio de nuestro referente Leoncio Prado Gutiérrez, que dicho sea de paso, debiera ser considerado el “Che Guevara del Siglo XIX” por la defensa de la libertad continental contra la opresión colonial española, y el expansionismo militar de nuestro vecino del sur.

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El análisis y las expresiones vertidas son propias de su autor/a y no necesariamente reflejan el punto de vista de EL PERFIL
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