La abogada sanmarquina Úrsula Letona apoyaba intervención de su universidad. Desde aquellos tiempos, años cercanos al 2000, se le notaba ya su fujimorismo oportunista.
Cuando hablaba, y decÃa lo que pensaba, su discurso parecÃa competir para algún galardón de la mentira; sin embargo, cuando cometÃa un lapsus, parecÃa que las verdades comenzaban a escapar de ella.
Hace siete dÃas, al comentar la cuestión de confianza planteada al Congreso por Vizcarra, dijo a Panorama: “Este emplazamiento al Congreso es para ocultar otros problemas que puedan venir y que pretenden distraer la agenda de corrupción que Fuerza Popular ha venido impulsando”.
Tiene razón Letona, dijimos, pero después nos enteramos de que se trataba de un lapsus.
En diciembre del 2017, cuando todos querÃan descubrir el misterio “aumentar Keiko para 500 e eu fazer visita”, Letona le dijo a Milagro Leiva:
“Lo que entiendo es que habÃa la intención de reunirse con Keiko y el ofrecimiento querÃan incrementarlo. DecÃan: ‘Oye, Marcelo Odebrecht quiere reunirse contigo. Está dispuesto a darte dos millones para tu campaña”, dijo.
Alguien se habÃa acercado a Keiko y Letona lo sabÃa. Vaya. ¿Quién, Letona, quiénes se acercaron? Letona no sabÃa qué decir y empezó a corregirse porque, según ella, era un lapsus. Keiko estaba dispuesta a mandarla a la congeladora.
Hace dos dÃas, “Mudito” lanzó una frase que casi hace gritar al “Mudo”. “La preocupación más grande que he escuchado es que Lima no pare cuatro años más”. TenÃa razón, era verdad, pero Castañeda hijo pasó la frase como un lapsus al estilo Letona y corrigió: Me referÃa a la gestión de Villarán.