César Hinostroza Pariachi, sindicado como el jefe de la organización criminal ‘los Cuellos Blancos del Puerto’ ha cruzado el Atlántico y con esto ha dejado al sistema político judicial en shock.
El Congreso señala, sin ruborizarse y con la concha de Venus, que el Ministro del interior Mauro Medina es el responsable, es decir, el Ejecutivo. Pero acá no olvidamos el aletargamiento congresal concedido a Hinostroza; los días perdidos para que el Exjuez supremo vaya blindado con maniobralidad de escape. No olvidamos que entre Pedro Chávarry y Daniel Salaverry hubo un pacto por sus acciones posteriores. Uno, desde la Fiscalía, sin exigirle el documento para acusar a su ‘hermanito’ de los audios de la vergüenza, y Daniel Salaverry, que si bien no es el que manda en las carreteras y fronteras, sí es el responsable político de que su caso no llegue a la Fiscalía.
Ese fue el vacío que Hinostroza necesitaba, el suficiente espacio para que esta rata peluda salte a Madrid. Sin contar los 62 congresistas fujimoristas que se encargaron de que Hinostroza saque ventaja. Hay un detalle crucial ¿Por qué Salaverry inmediatamente pidió renuncias a la gente con la cual trabaja, si aún no se sabía que Hinostroza se había fugado del país? Es la actitud cobarde del que no asume su responsabilidad
¿O manejaba una información de primera mano? Ajá. Fue drástico para lo que se sabía. Se me ocurre que el Presidente del Congreso actuó como Alberto Fujimori en la peliculina "buscar desesperadamente a mi asesor Montesinos". Horas después, se confirmó que Hinostroza fugó justo en el día de apelación de Keiko Fujimori. La pregunta cae del árbol podrido: ¿A quién beneficia su escape?