No podremos evitar que Martha Chávez retorne al Congreso; pero sí se podemos lograr que Mulder vuelva a ser congresista, incluso los apristas nos pueden ayudar en este afán.
Si el Apra no pasa la valla electoral no será eliminado del registro de partidos, pero Mulder no podrá ser congresista. Solo los partidos que pasan la valla electoral tienen la posibilidad de poner congresistas, de modo que un aprista real puede marcar por otro partido con el objetivo de evitar que Mulder siga perjudicando a su organización histórica.
En tiempos en que trataba de redactar notas internacionales en "La República", Mulder era visto con cierto agrado por algunos apristas. Pero, desde que al oportunista le dieron la oportunidad de ser congresista, cambió su mundo y los apristas nunca más lo vieron con los zapatos gastados de siempre. Cambió para siempre.
No se trata de hacer una lista larga de su trayectoria, pero es útil recordar que Mulder, en el Apra, siempre compitió en ser el más obediente de Alan García, el sepulturero del partido creado por Víctor Raúl Haya de la Torre.
Cuando el Apra empezó a reducirse a su mínima expresión por acciones de AG y sus seguidores, Mulder se ofreció como vocero canino de Keiko Fujimori. Hasta ahora parece que tiene el trabajo de blindar a Keiko y su pandilla.
Mulder no es aprista. Es una expresión rabiosa del fujimorismo, ni Galarreta le gana. Si Mulder está postulando por el Apra con el número uno es porque está haciendo el mismo cálculo que Rosa Bartra en Solidaridad Nacional.
Los apristas deben ayudar este 26 de enero para que Mulder no vuelva al Congreso. Los apristas deben hacer que su partido resurja sin Mulder ni Vílchez ni los otros. Los apristas ganarían algo sin Mulder en el Parlamento.
A fines de mayo del 2018, la Comisión Permanente de Congreso pidió a sus integrantes si debía acusar o no al angelito Chávarry por el delito de organización criminal en el caso Los Cuellos Blancos.
Cuando le tocó votar, el representante del Apra, Mulder, para hacerse el decente, el confundido, dijo: me abstengo. Con esa votación quedaron 12 a 12. Entonces, al ver el empate, Mulder dijo: cambio mi voto; y lo cambió y así salvó a Chávarry de la acusación por el delito de organización criminal.
No es el único caso en el que jugó para los señalados por los fiscales como sospechosos de actos de corrupción gigantescas. Cierto día le preguntaron: ¿Cree usted que Alan García es inocente? Mulder dijo: Sí, creo que es inocente.
Ahora, como a Martha Chávez, nadie le cree a Mulder, pero es preciso que no llegue al Congreso y esto se puede lograr. La clave es que el Apra no pase la valla electoral. Ya es hora de que Mulder trabaje y no siga parasitando al Estado.