Desde el 20 de enero, Donald Trump es presidente de los Estados Unidos. No ha pasado ni un mes y ya tenemos un montón de cosas por las cuales agradecerle. A continuación, les mencionaré algunas:
1. Gracias, Trump, por demostrarnos algo que ya sospechábamos, que los tratados internacionales, de cualquier tipo, solamente son respetados cuando así le conviene a los países más poderosos. Allí está el Tratado de Libre Comercio con Canadá y México, al cual ignoraste, y les has elevado unilateralmente los aranceles a todos los productos de esos países.
2. Gracias, Trump, porque al decir que expulsarás a los palestinos de Gaza, y que te ibas a apoderar de ella para construir un balneario de lujo, revelas que los derechos humanos, la solidaridad, las declaraciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, no valen nada para ti. Y que Israel, al final, solo es un peón más al servicio de las corporaciones de tu país.
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3. Gracias, Trump, por decir que no necesitas a América Latina, ergo, no debemos contar con tu país, debemos buscar nuevos socios comerciales y políticos y necesitamos fortalecer los procesos de integración latinoamericana y global. Para ello tenemos el territorio, los recursos naturales, la gente, la cultura, solo nos falta la voluntad política, y esta es la que hay que construir.
4. Gracias, Trump, por afirmar que no harás nada en favor del medio ambiente y contra el calentamiento global, lo que confirma que pondrás por delante los intereses de las corporaciones, y que el mundo, la naturaleza y la gente no te importan. Esto nos obliga ser creativos para idear instituciones, mecanismos y acciones, contra ti y tus políticas antimedioambientales.
5. Gracias, Trump, por negar la nacionalidad a los inmigrantes nacidos en tu país y expulsarlos a la mala, eso te marca como un racista e ignorante de la historia de tu país, pues tu abuelo fue un inmigrante pobre. Espero que esto haga reflexionar a los que quieren entrar en tu país, ¿no sería mejor idea quedarse en el suyo y luchar por un mañana mejor para ellos y su familia?
6. Gracias, Trump, por amenazar a la Unión Europea con abandonar la OTAN si no compran armas a empresas de tu país por valor del 2 % de su PBI. Esto evidencia que, si América Latina es el patio trasero de los Estados Unidos, Europa es el jardín delantero, y que, en ambos, estás dispuesto a imponer tu voluntad, puesto que, para ti, no son aliados, sino sirvientes.
7. Gracias, Trump, por sacar a tu país de la Organización Mundial de la Salud, a menos que pongan a alguno de tus empleados a presidir dicho organismo. Esto pone de manifiesto que, para ti y los de tu calaña, los negocios son más importantes que la vida, que la salud financiera de las grandes farmacéuticas valen más que la salud de la humanidad.

8. Gracias, Trump, por andar con quien andas y por alabar a quienes alabas, y, sobre todo, por corroborar quienes te acompañan en tus complejos, tus fobias, tus temores, tus ignorancias, tus pequeñeces y tus mezquindades. Eso aclara el panorama, nos informa con quienes no contamos y con quienes sí, para enfrentarte y, finalmente, para derrotarte.
9. Gracias, Trump, por corroborar que tu país no es una democracia, sino una plutocracia, en la cual el gobierno está al servicio de las grandes corporaciones. En donde ellas son las que deciden el rumbo económico, las que definen la agenda política nacional y global, las que establecen las pautas culturales y las que promueven las diferencias sociales.
10. Gracias, Trump, por decir lo que dices y por comportarte como te comportas, por tu zafiedad, patanería, ignorancia, cinismo, aporofobia. Porque todo lo anterior muestra que eres un fascista que no se preocupa en ocultarlo, pero que, como otros que te precedieron (Hitler, Mussolini, Franco), finalmente serás derrotado y acabarás en los basureros de la historia.
Por todo lo anterior, y por lo que haya podido quedar en el tintero, te agradezco, porque nos obligas a dejar de lado nuestra diferencias, porque nos compeles a unirnos contra ti, tus instituciones y tus políticas, porque nos muestras que es el tiempo de poner delante los intereses de las mayorías del mundo y porque nos apremias a defender una de las mejores creaciones de la humanidad: la democracia.