Hacia febrero del 2017, a César Lévano le pareció buena idea que se recordara una entrevista de diario "El Comercio" a Dionisio Romero padre en la que el patriarca del Banco de Crédito del Perú, entonces con 73 años, admitía que había financiado a políticos de diversos colores y tamaños. Entonces glosé la entrevista que esta mañana tibia la encontré en mis archivos. El texto dice así:
En la conversación difundida en dos entregas, el 5 y 6 de abril del 2009, los periodistas Juan Zegarra y Luis Davelouis le preguntan sobre la relación del BCP con el poder y uno de los hombres más poderosos del país dijo que nunca debe asociarse mucho con un gobierno porque luego viene otro y estás en la vereda equivocada. "Entonces, el BCP no interviene. A veces los medios dicen que sí, pero no es cierto; nosotros no intervenimos en política".
Sin embargo, mientras el diálogo se alarga, Dionisio Romero padre confiesa que es verdad que los grandes empresarios financian campañas y que la primera disputa política en la que financiaron a candidatos fue en 1980, luego del régimen del llamado felón Francisco Morales Bermúdez, que cinco años antes había derrocado al general Juan Velasco Alvarado.
Dionisio Romero padre lo dice de esta manera: "En la primera que financiamos les dimos la misma suma a los tres principales partidos. Ello fue cuando regresó la democracia. Y se lo dijimos a los tres, lo cual les cayó pésimo".
Ante la repregunta de los periodistas, Romero recuerda que financiaron a Fernando Belaunde de Acción Popular y Luis Bedoya Reyes del Partido Popular Cristiano y admite que no recuerda el nombre del otro candidato.
En las elecciones de 1980, además de Belaunde y Bedoya participaron Armando Villanueva, del Partido Aprista Peruano; Hugo Blanco Galdós, del Partido Revolucionario de los Trabajadores, y otros.
García
Romero padre concedió la entrevista después de dejar la presidencia del directorio del BCP y habló con soltura, con la frescura que se siente tras haber culminado una larga jornada y tranquilo por el trabajo realizado.
El banquero confesó que los presidentes lo llamaban a Palacio y que él trataba de que no llamen mucho porque "cuando lo hacen nunca es para regalarte nada". Aquí una parte de la entrevista:
—Imagino que muchos presidentes los llaman. ¿O ustedes le tocan la puerta?
—Sí, nos llaman. Y te mentiría si te digo que no los vamos a buscar nunca. Si tenemos un problema serio, entonces vamos a tocar las puertas…
—¿Cuál es el presidente que más lo ha llamado?
—El que menos me ha llamado es Fujimori: tres veces. En una oportunidad no me reconoció.
—¿Y el que más lo ha llamado?
—García en su primer gobierno.
—Ese gobierno fue el que pretendió estatizar su banco.
—Es que se le vino todo abajo. La política que tuvo de no pagar la deuda externa dio una sensación de bienestar que fue una burbuja; solo le duró dos años.
Esa es gratis
Sobre las declaraciones de Dionisio Romero padre, el analista Carlos Tapia resaltó que Dionisio Romero concede la entrevista después de dejarle a su hijo la posta de sus empresas y analizó una sabrosa parte de la conversación en la que Romero indica que García le ha salido gratis. Esta es la parte de la entrevista:
—¿Financió todas las campañas?
—Todas no. Muchas me han salido gratis.
—¿A García para este período (segundo gobierno)?
—Esa es gratis. Todavía me debe (risas).
Sobre este punto, Tapia dijo: "Creo que cuando dice que muchas le han salido gratis se refiere a que él, sin financiar las campañas, algunos de esos candidatos que salieron elegidos, en este caso Alan García, el que más lo llamaba, tal vez lo hacía para ofrecerle negocios y tal vez por eso dice algunas me salieron gratis, porque normalmente los grandes poderes económicos apoyan las candidaturas para después hacer negocios".
Centroizquierda
—¿Cómo se define políticamente?
—Soy un hombre de centroizquierda. Hice un test en que respondí muchas preguntas, y salí bien a la izquierda del espectro político.
—¿Qué valora más?
—Capacidad profesional y humana. Tienen que ser justos. No deben ser prepotentes ni maltratar a sus subalternos, esos no son buenos y se tienen que ir, porque su gente no colaborará con ellos.