Un día como hoy, hace 30 años, Fujimori y Montesinos cerraron el Congreso, el Poder Judicial, la Fiscalía, la Contraloría, el Tribunal Constitucional y controlaron casi todos los medios de comunicación para que se alineen a la dictadura.
El objetivo fue imponer una nueva Constitución que debía garantizar un nuevo sistema para lo cual se tenía que rematar casi todas las empresas del Estado y despojar a los trabajadores de sus derechos y lanzarlos a una palestra de sálvese quien pueda.
El pretexto fue la narrativa de un país ingobernable, con políticos desacreditados, con una economía en ruinas, con un terrorismo galopante.
El periodista Gustavo Gorriti, quien fue secuestrado en aquella fecha, considera que la dictadura se planificó desde que Fujimori fue elegido y que fue Montesinos quien probablemente alistó con minuciosidad el terreno para el golpe.
Es posible que Montesinos, por ejemplo, saboteara la captura del terrorista Abimael en 1991 en una casa de Chacarilla. Alguien le deslizó un papel bajo la puerta para que los senderistas escaparan. Montesinos y Fujimori querían terrorismo para que los ciudadanos aplaudieran las medidas del 5 de abril.
Fue la lucha ciudadana la que sacó a Montesinos y a Fujimori del poder del 2000. Ahora los dos están presos por ladrones y asesinos. Sin embargo, el sistema que impusieron con el golpe persiste y genera paros, saqueos, inestabilidad política e inamovilidad. Seguimos viviendo los estragos del golpe.