Las últimas movidas de Keiko Fujimori en esta última semana evidencian una palpable preocupación ante una eventual derrota. En esta última semana caminó sobre las huellas de su padre Alberto Fujimori, quien visitó el set del programa de Laura Bozzo.
La candidata teletransportó al electorado a los noventa con su equipo técnico con Jorge Baca Campodónico y Carmen Lozada y hoy retrocede a la época de la re-reelección. Para ella, re-repostulación, y apela a la farándula para persuadir a los votantes que aún se dejan influenciar por estas figuras. Este fue el hecho que más se le criticó en esta última semana.
Keiko fue capaz de unir a Magaly Medina y a Gisela Valcárcel para salvar al Perú del “comunismo”, también provocó las lágrimas de Andrés Hurtado ‘Chibolín’ al recordar su supuesta tortura en Venezuela e hizo rapear a Mario Hart “somos libres, seámoslo siempre”, aunque la libertad de la letra que calcó para su canción no sea patente en gran parte del país.
Canal N le cedió veinte minutos de entrevista a la ex visitante del desactivado Servicio Nacional de Inteligencia (SIN) Gisela Valcárcel para limpiar la imagen de la hija del exdictador Alberto Fujimori y decir que a ella “no se le probó nada”. También llamó “renegados” a los que no comparten su opción política.
Magaly Medina, quien alguna vez criticó el paso de Gisela Valcárcel en la ‘salita del SIN’, llamó a la distópica pareja presidencial de Keiko Fujimori y Mark Vito Villanella para una entrevista en donde trataron temas familiares y de su vida conyugal por casi una hora.
Andrés Hurtado ‘Chibolín’, asesor ad honorem de Hernando de Soto, también se sumó en el tramo final de la campaña. ‘Chibolín’ le siguió los pasos a Kenji Fujimori y derramó algunas lágrimas. Después, llamó al desaforado excongresista y a su madre, Susana Higuchi, para que hablen sobre su supuesta reconciliación con Keiko. Como era de esperarse, el presentador endulzó la publicidad alusiva al fujimorismo.
El desfile de famosos locales continua. Fuerza Popular también llamó al cantante Jimmy Santi, que bailó para ella en su cierre de campaña; al ‘chico reality’ Mario Hart, quien casi fue candidato al Congreso por el APRA, a los seleccionados y a influencers de las redes sociales. A ninguno de ellos parece haberle molestado promocionar a una persona que tiene un pedido de 30 años de prisión por parte del Ministerio Público.
Pero no todo es sentimentalismo y show. En estos dos últimos meses también presentó algunas propuestas cuya viabilidad fue cuestionada por expertos. La más conocida de ellas fue la de la entrega directa del 40 % del canon minero a la población de las distintas regiones.
Un generoso estudio de abogados, en un intento fallido de apoyarla, creó una página de corte proselitista que mostraba a los usuarios cuánto dinero recibirían en caso de que el fujimorismo triunfara. Esto causó que Fujimori Higuchi abultara sus expedientes judiciales y terminara con una denuncia penal por presunta compra de votos.
Keiko Fujimori también prometió el ‘Bono Oxígeno’ de 10 mil soles que luego fue convertido en “crédito” por su asesor técnico Luis Carranza y que después fue denominado como “préstamo” por Eugenio D’Medina, también integrante de su equipo. En algún momento de esa metamorfosis de triple faceta la aspirante presidencial contradijo a Carranza para ratificar su propuesta de los bonos.
Pero en su tienda política también parecen haberle vendido la idea de que los adultos mayores están de su lado. Taxi Corporativo, una empresa dedicada al servicio al que su nombre alude, se hizo tendencia por ofrecer viajes gratuitos a las personas mayores de 60 años que acudan a votar este domingo. El afiche en su cuenta de Facebook estaba de color naranja e incluía la frase “Sigamos juntos por un Perú en Democracia”.
En el programa ‘ATV Noticias – Al estilo Juliana’, se reveló que uno de los representantes legales de dicha compañía es Alfredo Neuhaus Rodríguez Larraín, hijo de Carlos Neuhaus, miembro del equipo de técnicos de Fuerza Popular.
El antivoto de Keiko Fujimori alcanzó el 71 % en enero del presente año, según Ipsos Perú. Si bien la candidata pudo haber reducido considerablemente esta cifra frente a un contendor como Pedro Castillo, ella es consciente que su aceptación tiene un techo que no logrará traspasar hasta antes del 7 de junio. Los indecisos permanentes la podrían salvar.
